16 AOûT 2024 40.000 muertos después, escepticismo ante las negociaciones en Doha Pese a que en Gaza la cifra de víctimas no para de crecer, con la ONU instando a Israel a que detenga la vulneración de derechos humanos y Tel Aviv alardeando de potencial bélico, la Casa Blanca dijo ayer que las negociaciones han comenzado en Doha y que lo han hecho, además, de forma «prometedora». El resto del mundo observa con cautela. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense John Kirby. (Brendan SMIALOWSKI | AFP) GARA WASHINGTON El Gobierno gazatí elevó ayer a más de 40.000 la cifra de personas muertas a manos del Ejército israelí desde octubre del año pasado. Más de 16.000 son menores y a la suma cabe añadir las más de 10.000 personas desaparecidas bajo los escombros. Unos números sangrantes a los que la propaganda israelí trató ayer de hacer frente asegurando que ha matado a más de 17.000 combatientes de Hamas. En este contexto, con el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidiendo a Israel que ponga fin a sus ataques en Gaza, y con Tel Aviv ufanándose de que sus «logros militares» han perjudicado las capacidades de Hamas, la Casa Blanca anunció que las conversaciones en Doha para lograr un alto el fuego y la liberación de rehenes israelíes ya han empezado. De hecho, en palabras de John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, han tenido un «comienzo prometedor». Unas declaraciones que se recibieron con cautela, cuando no abierto escepticismo, dados los precedentes y la situación sobre el terreno. De hecho, Kirby admitió a renglón seguido que, debido a la «complejidad» de las conversaciones, no se esperaba un acuerdo inminente. EL DIRECTOR DE LA CIA «Se trata de una labor crucial. Podemos superar los obstáculos que quedan, y es necesario concluir este proceso. Hace falta que se libere a los rehenes, que se alivie la situación de los civiles palestinos en Gaza, que se garantice la seguridad de Israel y que se reduzcan las tensiones en la región. Todo esto debe ocurrir cuanto antes», declaró el alto cargo de Exteriores del Ejecutivo estadounidense, que ejerce de juez y parte en su carácter de principal aliado de Israel. Según confirmó, en las negociaciones están participando el director de la CIA, William Burns, y Brett McGurk, el principal asesor del presidente Joe Biden para Oriente Medio. Egipto y Catar están actuando como mediadores. Lo cierto es que Hamas, que tiene en Doha su oficina política, donde ejercía su actividad Ismail Haniyeh, líder político muerto en atentado israelí, indicó que no va a enviar una comisión negociadora, e insiste en reivindicar la aplicación de lo que ya fue acordado con anterioridad, «en lugar de proseguir con nuevas rondas». Sin embargo, Kirby dijo que Hamás se mantendrá en contacto con Egipto y Catar, por lo que participaría de manera indirecta en las negociaciones. Del lado israelí estaba previsto que participara un equipo encabezado por el jefe del servicio inteligencia exterior -Mosad-, David Barnea; su homólogo en el servicio interior -Shin Bet-, Ronen Bar; y el mayor general Nitzan Alon, en nombre del Ejército. ABBAS ANUNCIA QUE IRÁ A GAZA Mientras tanto, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, anunció que irá a Gaza, junto a otros líderes palestinos. «No nos queda ninguna vía de solución. Por eso, yo y todos los miembros del Gobierno palestino hemos decidido ir a Gaza, y eso es lo que haremos», dijo. «Frente a un enemigo que no conoce límites, estamos unidos. Aunque nos cueste la vida; mi vida no tiene más valor que la del niño más pequeño de Gaza», agregó el dirigente, de 88 años, que se reunió con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Abbas subrayó la importancia de que todos los Estados del mundo reconozcan Palestina como un igual, y prometió seguir trabajando en este camino «hasta que a Estados Unidos no le quede más remedio» que hacerlo también. RESPUESTAMás allá de Gaza, y con la tensión en máximos en todo Oriente Medio, el líder de los hutíes, Abdelmalek al Huti, insistió ayer en que la respuesta militar de su grupo, de Irán y de Hizbulá contra Israel es «irreversible», tras el atentado israelí contra Haniyeh en Teherán y los ataques en Líbano.