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«FOOD TRUCKS», UNA ALTERNATIVA GASTRONÓMICA

Gastronomías del mundo sobre ruedas y frente al mar

Donostia se llena de sabor en Aste Nagusia con las «food trucks», un clásico moderno en estas fiestas que complementa la ya variada y apreciada oferta local. Se consolidan cada vez más como un elemento clave en las fiestas, recordándonos que la gastronomía no es solo comida. Esto nos han contado desde estas coloridas cocinas sobre ruedas.

Hot dogs y nachos, la especialidad de esta furgoneta. (Ainhoa ESPINOZA)

Aste Nagusia de Donostia es una explosión de cultura, música y gastronomía que inunda las calles en esta segunda-tercera semana de agosto. Entre los conciertos al aire libre, los fuegos artificiales desde la playa de la Concha o la animación permanente del puerto con la Flamenka, la parte gastronómica tiene mucho peso. Y junto a la potente y aclamada oferta local o las cenas musicadas de la plaza de la Trinidad, hay un fenómeno que aporta variedad y sabor: las food trucks instaladas en las terrazas del Kursaal.

Estos coloridos camiones traen a la capital guipuzcoana una pizca de gastronomía sobre ruedas desde prácticamente todas las partes del mundo. Sin olvidar la aportación vasca, incluyen en sus menús los sabores más internacionales. Se trata de una parada obligatoria tanto para donostiarras como para los turistas que vienen a disfrutar de las fiestas. Y para estos cocineros y cocineras, constituye una gran opción para mostrar su talento y trabajo en un emplazamiento de lujo: como los feriantes del Paseo Nuevo, pueden disfrutar de las vistas al mar entre plato y plato.

FIESTA DE SABORES PARA TODO EL MUNDO

Basta cruzar el puente del Palacio Kursaal desde la Parte Vieja hacia Gros para notar cada vez más intensamente la mezcla de aromas provenientes de la primera terraza, renombrada tras la pandemia del covid19 como Plaza de las Enfermeras. Es mediodía y, aunque el cielo está nublado y el viento sopla fuerte, ya hay gente haciendo cola ante la furgoneta denominada “Hanna”, donde ofrecen platos tanto para personas veganas como para vegetarianas, e incluso para gente intolerante al gluten. Comida urbana saludable, elaborada con ingredientes frescos, de temporada y lo más local y ecológica posible.

«Nosotros somos veganos y toda la comida aquí es vegana, menos los pasteles, que son vegetarianos. También tenemos comida sin gluten, para ofrecer una oferta tanto para personas con intolerancia o alergias como para veganos en general», nos detallan sus encargados.

A pocos metros de “Hanna” se sitúa la food truck “The Craftsman”, decorada con colores verdes y tonos tierra. Son especialistas en sándwiches gourmet internacionales, aunque también ofrecen platos para vegetarianos: «Nachos, el bocata de falafel que va incluido con humus, guacamole...», enumeran.

Aparte de esa oferta vegetariana, en “The Craftsman” también cuentan con sándwiches y platos de pollo teriyaki, pastrami con rúcula y pepino italiano. La variedad es enorme: salchichas con ali-oli y hummus de frijoles, American Pulled Pork, gyoza japoneses, nachos mexicanos, boniatos...

LOS PLATOS ESTRELLA

En medio de la hilera de esas cocinas rodantes, con estilo americano y aire mediterráneo se encuentra la food truck “La Factoría”. «Nuestra especialidad es el pan de coca», explican desde detrás de sus fogones. «Y tenemos también la de verdura, para veganos». También aquí su oferta gastronómica se abre a mucho más: combinaciones de pan de coca, snacks de patata, croquetas, mini fuets... Todos sus platos se cocinan y montan al momento y se cubren con una capa de queso gratinado.

Cada food truck cuenta con su plato estrella, o al menos el más demandado.

En el caso de “Hanna” se trata de “Protein Bowl”, que consiste en una ensalada de legumbres con guacamole, pimiento rojo y verde y cebolla morada. En “The Craftsman”, una de las cocineras nos cuenta que el plato que está arrasando en esta Aste Nagusia es el de carrilleras: un bocadillo nuevo que han incorporado este año, aunque el de pollo teriyaki, que venía triunfando hasta esta edición, le pisa los talones. Por lo que respecta al food truck de “La Factoría”, el plato que está en boca de la mayoría de sus clientes es la coca de lacón, seguida de la de pollo. «Esas dos son las que más vendemos», subrayan sus responsables.

La inestabilidad meteorológica ha supuesto un problema en estos días festivos, con la ola de calor de sábado y domingo primero y las lluvias de martes -incluso tormentosas- y miércoles, pero es con lo que tienen que lidiar.

HERVIDERO

A mediodía y al atardecer, especialmente, esta terraza frente al mar se convierte en un hervidero de personas que primero miran con detalle los paneles de todos estos vehículos -elegir es parte del disfrute- y después optan por uno u otro. No hay problema para combinar, con platos de diferentes cocinas.

Mientras se mira, se elige y se hace el pedido, alguien de la cuadrilla o la familia trata de encontrar sitio en las mesas corridas compartidas, en las que se escucha casi por igual hablar euskara, castellano, inglés y francés.

Y es que este formato no solo es una ocasión inmejorable para probar cocinas y comidas diferentes, sino también de conversar con gente diversa e incluso llegar a hacer amistades. Al caer el sol hay música en el escenario central, que pone a bailar a los más txikis. Ya por la noche, tras los fuegos, en ese mismo sitio llegará el turno de los DJs. Y aún a esa hora suele haber gente apurando la cena, sea con helados, cafés o cócteles.

Estas furgonetas-cocina dan sin duda un toque especial a Aste Nagusia y nos recuerdan, además, que la gastronomía no es solo comida, sino que también es una manera de conectar con otras personas y alabar la vida.