Bilbo reivindica que la vuelta a casa de los presos sea pronto una realidad

Bilbo volvió a ser escenario en el día grande de Aste Nagusia de una manifestación organizada por comparsas y Sare en la que se reivindicó que la vuelta a casa de las y los presos, exiliados y deportados vascos sea pronto una realidad en el camino a la convivencia. La consigna «Etxera» protagonizó la marcha, de carácter festivo, en la que participaron varios miles de personas.

Bilbo celebró el día grande de Aste Nagusia y en un ambiente festivo miles de personas marcharon desde la plaza Elíptica al Ayuntamiento para reclamar a los cuatro vientos que se debe «normalizar» la situación de las y los presos, refugiados y deportados vascos, terminando con «las medidas de excepción y las vulneraciones de derechos» que obstaculizan su retorno a casa. «Tenemos que conseguir entre todos y todas que ‘etxera’ pase de ser una reivindicación a ser una realidad», enfatizaron a la conclusión Amaiur Iragi e Iñaki Bidaurre.

La tradicional movilización anual, caracterizada en esta ocasión en el Bizkaiko Etxera Eguna, fue el primero de los actos, al que siguió una comida popular para 800 comensales en el recinto del Arenal con una romería y un pequeño acto posteriormente. La petición de prohibición de Dignidad y Justicia fue rechazada ayer, pocas horas antes, por la Audiencia Nacional española.

Muchas camisetas comparseras se pudieron ver en la cabeza de la manifestación reivindicativa de marcado carácter festivo dado el contexto. Una muestra más, según indicaron los convocantes, de que cada vez son más quienes consideran «que es el momento de abrir las puertas a la convivencia».

«Aunque sea poco a poco, estamos avanzando en el proceso, son evidentes los avances que hemos dado en el último año. Pero somos conscientes de que todavia nos quedan pasos por dar, pedimos que se dé una resolución integral a la cuestión de las y los presos, refugiadas y deportadas vascas», expusieron desde la red ciudadana Sare, que compartió la organización con las comparsas.

‘‘Euskal presoak etxera’’ fue el lema más coreado, en una marcha que contó también con animación musical de la fanfarre Sama Siku.

«NO ALARGAR MÁS»

«Es una necesidad no alargar más la resolución del conflicto. Es una necesidad abrir las puertas después de tantos años. Es una necesidad que no se prolongue durante más años el camino a la convivencia y que no se alargue durante más generaciones», insistieron.

Estimaron que la sociedad está preparada y dispuesta a que «los y las presas vascas crucen las puertas de las cárceles, de que las refugiadas y deportadas vuelvan a casa, de que las víctimas de las diferentes violencias tengan un reconocimiento completo». «Estamos dispuestos -agregaron- a abrir las puertas a la resolución integral del conflicto, es el momento de construir en base a la convivencia».

«A lo largo del último año hemos dicho que hemos sido la llave de la resolución y sí, hemos conseguido darle una vuelta a la cerradura, pero estamos convencidos de que le vamos a dar una segunda vuelta», aseguraron desde el escenario improvisado instalado en el puente del Ayuntamiento de Bilbo.

«Tenemos que conseguir entre todos y todas que ‘etxera’ pase de ser una reivindicación a ser una realidad, seguiremos abriendo las puertas a la resolución integral del conflicto y seguiremos reivindicando ‘etxera’ a los cuatro vientos», prometieron.

«No podemos relajarnos, debemos seguir sumando voluntades y esfuerzos»

Tras la comida en la que participaron en torno a 800 comensales junto a la txosna de Txori Barrote, tuvo lugar la segunda parte del Bizkaiko Etxera Eguna con un sencillo acto detrás del Arriaga en el que se hizo balance de la lucha por lograr «una Euskal Herria sin presos y huidos». Conscientes de los avances, pero también de los retos, se animó a no cejar en la reivindicación de que todas las personas puedan retornar a casa, abordando nuevas iniciativas.

«No debemos relajarnos, debemos seguir sumando voluntades y esfuerzos, por que sabemos de sobra que nunca podremos hablar de paz mientras falte gente en nuestras casas», insistieron. «La solución siempre llegará desde Euskal Herria», apuntaron.

Reconocieron los pasos, rememorando lo que ha supuesto la política de dispersión durante décadas, pero sostuvieron que todavía hay mucho trabajo por hacer. «Nos equivocamos enormemente si pensamos que ya todo está hecho, sabemos de sobra que aquí a nadie le ha dado un ataque de democratización y respeto», advirtieron.

Como es habitual, hubo una especial mención a los familiares y su sacrificio. «El homenaje de hoy es para vosotros. En el conflicto que tanto sufrimiento ha supuesto habéis resistido dignamente», les agradecieron.

Y no faltó tampoco, como ha sucedido en otros actos celebrados a lo largo de Aste Nagusia, la solidaridad con el pueblo de Palestina y la situación que soporta. Mandaron su «abrazo más íntimo», a su pueblo, «sobre todo a la sociedad que sufre el genocidio sionista en Gaza», al tiempo que mostraron su «mayor desprecio a todos los que lo llevan a cabo, permiten o apoyan». A.G.