10 DéC. 2014 Oskar Matute: «Euskal Herria será un dique de contención contra el TTIP» Bruselas reunió ayer a políticos, sindicalistas, agricultores y activistas sociales en contra del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea. Exigieron que se dé a conocer los detalles del mismo, porque su ocultación hace sospechar, por lo que va trascendiendo, que lo que pretenden es «entregar el poder a las transnacionales». La plataforma internacional Stop TTIP entregó casi 1,2 millones de firmas al presidente de la CE, Jean-Claude Juncker. Juanjo BASTERRA El Grupo Confederal de la Izquierda Europea-Izquierda Verde Nórdica (GUE-NGL), del que forma parte el europarlamentario vasco Josu Juaristi, organizó junto a la plataforma STOP TTIP en Bruselas una conferencia internacional sobre la situación por la que atraviesa el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea (TTIP, en sus siglas en inglés). Entre las conclusiones del encuentro se apostó por avanzar «en cada pueblo, cada barrio, en cada estado en contra de esa decisión que solo beneficiará a las transnacionales», porque, a su juicio, «es necesario unir luchas para que se conozca y vea la luz», como dijo la activista Susan George, del Instituto Transnacional (TNI). Denominó «la estrategia del vampiro. Se saca a la luz, se ven las contradicciones y lo problemático que es y la ciudadanía rechazaría por sus consecuencias directas negativas para la sociedad en general, como ha ocurrido con otros tratados», afirmó. En el encuentro participó, además, una amplia delegación vasca entre los que se encontraban representantes de ELA, LAB, STEE-EILAS y el sindicato agrario EHNE-Konfederazioa, que enviaron a sus representantes a Bruselas. Igualmente, miembros de Askapena, Fracking Ez!, Attac y la Red de Economía Alternativa y Solidaria (RAES) y de la organización juvenil Ernai asisten a la jornada. En su intervención en Bruselas, el parlamentario vasco Oskar Matute señaló varias ideas clave. Destacó que «la mejor arma contra el imperialismo es el derecho a decidir» y admitió que «Euskal Herria será un dique de contención contra el TTIP». En la amplia jornada de debate se denunció que los lobbys instalados en Bruselas «no solo no están colaborando con esa estrategia del TTIP», sino que «son quienes están escribiendo directamente ese tratado», como se explicó en el encuentro internacional de Bruselas, que supuso «un impulso social y político frente a los intereses neoliberales». Durante esa jornada, por otro lado, la organización Stop TTIP, formada por más de 320 organizaciones europeas, reunió a un grupo de unas 150 personas y presentó ante la Comisión Europea, en Bruselas, más de un millón de firmas recogidas en toda Europa en contra de ese tratado de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea, pero también contra el CETA, acuerdo de libre comercio con Canadá. «La entrega se ha hecho de modo simbólico el día del cumpleaños de Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, que se ha negado a encontrarse con las organizaciones que se oponen a las negociaciones de ambos tratados». Durante la acción reivindicativa, la activista Susan George, del Transnational Institute y Attac, insistió en que «lo primero ahora es parar el TTIP» y añadió que es necesario alzar la voz «hasta que no tengan más remedio que escucharnos». La jornada fue calificada de éxito. Sus organizadores llamaron a continuar la lucha. La mayor brecha entre ricos y pobres de los últimos 30 años La OCDE confirmó ayer a través del estudio «Las desigualdades pesan sobre el crecimiento económico» que «nunca en los últimos 30 años la brecha entre ricos y pobres ha sido tan pronunciada en la mayoría de los países de esta organización como en estos momentos». En realidad, tratados como el TTIP o el CETA, entre otros, permiten precisamente que esa desigualdad se instale de forma perpetua en la sociedad. El organismo internacional, que agrupa a las economías más desarrolladas, admite que en su seno, «los ingresos del 10% de la población más rica es 9,5 veces mayor que el 10% de los más pobres». En comparación con la década de los ochenta, del siglo pasado, esa diferencia entre ricos y pobres, que también era pronunciada, fue de 7 a 1, según este estudio. Saca a la luz otra vez que las recetas neoliberales, que se han impuesto en esta crisis económica, «han elevado» las desigualdades sociales por el impacto que han tenido los recortes y una contención elevada del gasto. A la vista del grave problema que se está enraizando a nivel social, la OCDE pide «reducir las desigualdades de ingresos para dar un impulso al crecimiento económico». A su juicio, «el aumento de la desigualdad ha costado más de 10 puntos porcentuales de crecimiento en México y Nueva Zelanda en los últimos veinte años», y «entre 6 y 9 puntos en los Estados Unidos, Italia y el Reino Unido», entre otros países. La OCDE llama a atender la educación, «porque la limitación de las oportunidades está deteriorando a quienes más desigualdad de ingresos tienen y son más pronunciados». J. B.