Natxo MATXIN
Tercera derrota en el feudo gasteiztarra

No cambia nada en Mendizorrotza

Los pupilos de Alberto López cavaron su propia tumba en los primeros veinte minutos, encajando dos goles ante un Mirandés que llegó con mucha facilidad a los dominios de Manu Fernández. Los anfitriones trataron de remontar acumulando muchos hombres ofensivos.

ALAVÉS 1

MIRANDÉS 3

Pese al cambio de calendario, Mendizorrotza sigue manteniendo la misma dinámica negativa del pasado ejercicio. Tras la derrota frente al Mirandés, del feudo gasteiztarra ya han volado 17 de los 30 puntos que se han disputado hasta ahora y sus propietarios solo han ganado un encuentro de los últimos cinco que han jugado en él. Ayer, para el minuto veinte, ya se confirmaba la reciente tendencia estadística de que ambas escuadras se manejan mejor a domicilio cuando se enfrentan entre sí.

Al Alavés le esperan ahora dos complicadísimos compromisos, pero no dio la sensación de que ello le preocupase mucho, a la vista de cómo saltó al césped. Muy poco acomodados sus futbolistas a las circunstancias del verde, como posteriormente se quejaría su técnico, fueron manejados al antojo de un Mirandés que se colocó con una doble ventaja que supo mantener prácticamente durante todo el resto del encuentro.

Hasta tal punto lo vio mal el técnico local que para la media hora ya había hecho su primer cambio -algo inusual- al ver los problemas que su equipo padecía en el lateral derecho, carril desde el que llegó el segundo gol visitante. El primero había sido fruto de una genialidad del exalbiazul Igor Martínez, el mejor y más desequilibrante jugador del partido.

Los anfitriones fueron mudando su imagen a medida que iban incorporando nuevas piezas atacantes -el Alavés llegó a jugar hasta con dos arietes, tres mediapuntas y Sangalli en el costado diestro de la defensa-, pero siguieron pecando de la falta de acierto que tanto les está lastrando en estas últimas semanas. Esa mejor disposición fue in crescendo tras el paso por vestuarios, con un Mirandés bastante más dificultado en su salida de balón y entregado a la labor de guardar de la mejor forma posible su doble diferencia. Bien pudo el Glorioso al menos igualar la contienda en dos jugadas dudosas -un fuera de juego y una falta dentro del área a Razak-, de las que después se quejó amargamente Alberto López, aunque la ilusión por rescatar algún punto le duró apenas un minuto.

El tiempo que transcurrió entre el 1-2 que anotó un Manu Barreiro, que antes envió un cabezazo al poste y que merece más tiempo sobre el verde a la vista de sus prestaciones ofensivas, y la contra que culminó Barahona cuando el Alavés ya estaba totalmente volcado y acabó por finiquitar el choque del lado de un Mirandés intratable en las últimas ocho jornadas.

Alberto López, enfadado

«He visto a mis jugadores sufriendo en el campo, pero para eso entrenamos ayer (por el viernes) aquí, parecía que éramos nosotros los que jugábamos fuera. Cuando hemos tenido el marcador muy en contra, hemos empezado a generar algo, con media docena de ocasiones muy claras y dos goles muy legales, aún reconociendo que mi equipo no ha estado bien», analizó el preparador albiazul.

Alberto López añadió que ahora mismo le preocupa «la facilidad con la que encajamos», a diferencia de la línea que llevaba la escuadra babazorra hace no tanto tiempo de fiabilidad defensiva. «No hemos estado contundentes en ninguna de las dos áreas y espero que esto no sea una tendencia. Esta es una categoría en la que es muy importante recibir pocos goles para estar en una situación tranquila», apostilló.

Mientras tanto, el Mirandés que entrena Carlos Terrazas continúa con su suma y sigue que le lleva a ocupar ahora mismo la octava plaza con 28 puntos en su casillero. «Podría parecer que hemos ganado fácil pero, al contrario, ha sido un encuentro muy disputado e incontrolado a raíz de que nos hemos puesto por delante y ellos se han visto obligados a arriesgar. Eso nos ha generado mucha incertidumbre en la segunda parte, en la que no hemos estado bien, a diferencia de la primera», indicó el técnico vizcaino.