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Tercera jornada sangrienta en el Estado francés

Tres yihadistas y cuatro rehenes muertos durante otra jornada negra

Siete personas murieron ayer en la tercera jornada de ataque yihadista en París. Entre ellos se encuentran los hermanos Said y Cherif Kouachi, supuestos autores materiales de la matanza en la sede de Charlie Hebdo, y Amedi Coulibaly, quien se atrincheró en un supermercado kosher con varios rehenes, matando a cuatro de ellos. Antes de ser abatido por la Gendarmería, Coulibaly reivindicó a un canal de televisión que los ataques fueron coordinados.


Apenas dos días después de la matanza de la sede de Charlie Hebdo, la «caza al hombre» desatada por la policía francesa en París terminó de forma sangrienta y por partida doble. Por un lado, en Dammartin-en-Goële, 30 kilómetros al nordeste de París, agentes especiales acabaron con la vida de Said y Cherif Kouachi, los hermanos responsables del ataque contra la revista satírica en el que murieron 12 personas. Por otro, en Vincennes, zona ubicada en el este de la capital, Amedi Coulibaly era abatido a tiros después de atrincherarse durante varias horas y matar a cuatro rehenes. A falta de confirmaciones oficiales y tras una jornada de vértigo narrada en condicional por el impresionante despliegue mediático, lo único constatable es que el ataque islamista contra la publicación y la posterior huida de las personas vinculadas al mismo se ha saldado con 20 víctimas mortales (tres de ellas, los propios atacantes), varios heridos graves y una ciudad en shock. Tras el duelo, que se extenderá hasta la marcha convocada mañana por el Ejecutivo de François Hollande, llegará el momento de los porqués. Tanto Cherif Kouachi como Amedi Coulibaly hablaron con el canal BFM antes de ser tiroteados y reivindicaron su pertenencia a grupos islamistas (el primero, a Al Qaeda y el segundo al Estado Islámico), afirmando haber actuado coordinados y defendiendo la muerte de los dibujantes por haber «ofendido» al Islam.

La operación simultánea con la que se puso fin a las tres jornadas de ataque yihadista se desarrolló, pasadas las 17.00, entre una imprenta de Dammartin-en-Goële, una pequeña localidad en las afueras de París, y un supermercado kosher (alimentos adecuados al credo judío) situado en Vincennes.

Bloqueo en 2 kilómetros

Los hermanos Kouachi estaban rodeados desde las 9.00 en el interior de la imprenta, situada en una zona industrial de Dammartin. Durante toda la jornada, los alrededores permanecieron completamente blindados. La prensa solo podía acercarse hasta una rotonda, a unos dos kilómetros del lugar en el que los dos yihadistas se preparaban para el último asalto. «Hemos escuchado unas detonaciones y han cerrado todas las carreteras», decía Charles, vecino de un municipio cercano que curioseba con la prensa.

Desde ese primer momento corrió la noticia de que los atacantes habían tomado un rehén y que se encontraban fuertemente armados. No fue así, según la versión difundida tras el tiroteo, al menos en lo que concierne al prisionero. Al parecer, uno de los empleados de la imprenta estaba en el interior cuando los hermanos llegaron. Según este relato, se habría mantenido escondido, logrando comunicarse con los agentes en el exterior para detalles sobre la situación pero sin ser detectado por los Kouachi. Finalmente, no sufrió heridas después de que los asaltantes muriesen a balazos. La versión ofrecida por Interior señalaba que fueron ellos quienes abandonaron la imprenta y abrieron fuego.

Casi al mismo tiempo, después de reventar la puerta del supermercado donde Coulibay se había atrincherado, algunos de los rehenes salían corriendo para refugiarse tras un furgón policial. Otros cuatro ya habían sido ejecutados por el tercer yihadista, armado con dos fusiles AK-47. Al igual que en Dammartin, la zona se encontraba completamente acordonada, por lo que apenas se pudieron escuchar las detonaciones y las ráfagas que dieron inicio al asalto policial. En realidad, era más fácil seguir los acontecimientos a través de los canales de televisión, que relataron en directo el operativo, que desde un barrio desierto, con los comercios completamente cerrados y cuyos vecinos permanecían en el interior de las casas sin asomarse por orden de la Gendarmería. A última hora, la calle permanecía clausurada y los cuerpos todavía no habían sido evacuados, ya que los agentes se encontraban apurando la investigación.

Llamadas a la televisión

La aparición de Coulibay como tercer integrante del grupo (se le vinculaba con la muerte de una policía municipal en Montrouge, ocurrida la víspera) constituyó el penúltimo giro de una historia que mantiene en shock a la sociedad francesa. Para terminar de dar un toque irreal a todo, tras la operación policial se hizo público que tanto Chérif Kouachi como su compañero encerrado en el supermercado habían hablado con la prensa antes de morir a balazos. El primero habría contactado con BFM después de que un redactor llamase al teléfono fijo de la imprenta y fuese atendido directamente por Kouachi. Él periodista, Igor Sahiri, lo confirmaba posteriormente en Twitter. En la breve conversación, el yihadista aseguró haber sido enviado por Al Qaeda en la Península Arábiga (la rama de la red en Yemen) y defendió el ataque contra Charlie Hebdo y la muerte de sus dibujantes por haber «ofendido al profeta».

Pasadas las 15.00, era Coulibay quien llamaba directamente al mismo canal. Reivindicó su obediencia a Abu Bakr Al Baghdadi, líder del Estado Islámico (que, en realidad, se trata de una escisión de Al Qaeda) y aseguró haber actuado de forma coordinada con los hermanos Kouachi. «Ellos se encargaban de Charlie Hebdo y yo de los policías», dijo. Poco después, la policía ponía fin a tres jornadas negras que marcarán el futuro inmediato del Estado francés.

François Hollande advierte de que «Francia no ha terminado con las amenazas»

El presidente francés, François Hollande, llamó ayer a los franceses a ser «implacables con el racismo y el antisemitismo» y aseguró que los atacantes abatidos ayer «no tienen nada que ver» con la religión musulmana. En un discurso a la nación calificó la toma de rehenes en el supermercado judío que acabó con la muerte de cinco personas, como «un acto antisemita espantoso».

«Nuestro país ha sido atacado tres días seguidos y le ha hecho frente», pero recordó que «Francia no ha terminado con las amenazas», por lo que pidió vigilancia, unidad y movilización.

«He reforzado los medios para proteger los lugares públicos», anunció, e insistió en pedir a los franceses la unidad nacional: «es también nuestra mejor arma frente a todo lo que nos podría dividir». Hollande calificó a los tres yihadistas responsables de los atentados de «iluminados que no tienen nada que ver con la religión islámica» y pidió no crear «amalgamas» entre los musulmanes y los fanáticos violentos. El primer ministro francés, Manuel Valls, reveló que la decisión de llevar a cabo dos asaltos simultáneos para acabar con las tomas de rehenes la tomó el presidente.

Hollande encabezará mañana la manifestación de repulsa a los ataques y para reclamar unidad al país. En su discurso, recordó que jefes de Estado y de Gobierno participarán en ella.

En este sentido Valls, indicó que la marcha debe ser una expresión «a favor de la libertad y la tolerancia» y contra el «racismo y el antisemitismo». Preguntado por la cadena de televisión BFMTV si es oportuno reunir a numerosos líderes extranjeros en París cuando la ciudad acaba de sufrir graves atentados, Valls consideró que «precisamente es en este momento cuando no se debe tener miedo» y subrayó que hay mucha seguridad.

«Desde luego que va a haber medidas de seguridad masivas, no solo en París, sino en todas las grandes ciudades donde va a haber manifestaciones», afirmó el primer ministro. La canciller alemana, Angela Merkel, los primeros ministros de Gran Bretaña, David Cameron; de Italia, Matteo Renzi, y de Portugal, Pedro Passos Coelho, el presidente español, Mariano Rajoy, los jefes de Gobierno de Bélgica, Charles Michel; de Holanda, Mark Rutte, y de Luxemburgo, Xavier Bettel, y los principales líderes de las instituciones europeas participarán en la marcha. GARA

Hizbulah

Los grupos takfiríes (radicales suníes) «atentan contra Alá y perjudicaron más al profeta (Mahoma) que las caricaturas hechas de él», dijo el líder del grupo chií libanés Hizbulah, Hasan Nasralá, en alusión al atentado del miércoles en París que causó 12 muertos.

Al Shebab

««Charlie Hebdo» ha insultado a nuestro profeta y a millones de musulmanes. Los dos hermanos (supuestos autores de la matanza) son los primeros en vengarse», afirmó el grupo yihadista somalí Al Shebab, que los calificó de «héroes».

Grupo sirio

«Sabemos que un grupo de terroristas de Al Qaeda en Siria proyecta atentados de gran amplitud contra Occidente», afirmó Andrew Parker, director general del MI5, el servicio de espionaje interior británico, al alertar de riesgos de ataques.