OLAIZOLA II-BEROIZ 22

Con cuatro derrotas consecutivas -cinco en el caso de Aimar Olaizola si contamos la final del acotado, la mayor racha negativa en toda su carrera-, un 11-18 en contra y algunas molestias físicas que no remiten del todo, lo más fácil para muchos hubiera sido sacar la bandera blanca, pedir el finiquito, tomarse un merecido respiro y ponerse a preparar retos futuros, que llegarán sin mucho tardar. Sin embargo, Aimar Olaizola y Mikel Beroiz se rebelaron a un destino que parecía escrito y obtuvieron un primer triunfo que, viendo cómo está la clasificación y los problemas físicos y de juego que se acumulan en unos y otros, les hace seguir confiando en sus posibilidades, por muy complicadas que estas sean.

Tan o mayor fue la doble sensación de agobio que sufrieron ayer en el Labrit. Y es que, la pareja navarra de Asegarce pasó por dos momentos críticos en un partido que no tuvieron a favor hasta el mismísimo final. El primero fue nada más comenzar el partido, con Beroiz fallando un par de pelotas sencillas y arrojando dudas sobre el estado de sus herramientas tras suspender la semana pasada.

Aretxabaleta lo dominó por completo y, con un Oinatz Bengoetxea muy incisivo, la sensación de angustia resultó evidente, con Olaizola vaciándose en defensa y los pelotaris azules adelantándose 3-7.

Sin embargo, al contrario que el domingo en Zumarraga, el de Goizueta fue capaz de ir creándose sus opciones y, defendiendo y arriesgando, fue equilibrando la balanza. Además, un par de tantos de más de 50 pelotazos -56 en el 6-8- sirvieron a Beroiz para creerse a la altura de Aretxabaleta y las fuerzas se igualaron mucho, con los dos zagueros seguros y ambos delanteros muy bien en ataque.

Llegados al ecuador muy equilibrados y habiendo cruzado 426 pelotazos en el 11-10, Oinatz Bengoetxea dio la sensación de tener una marcha más, primero enredando con el saque y luego volviendo a obligar a correr muchos kilómetros a Olaizola II. El esfuerzo hizo que el de Goizueta sumara otro par de errores y la primera victoria se les puso verdaderamente cuesta arriba con un 11-18 en contra en el marcador.

Tampoco con la meta tan lejos claudicaron los colorados. Una pelota que Aretxabaleta mandó arriba paró su racha y dio comienzo a la de sus rivales. El partido se había endurecido mucho y, sin llegar a dominar, ahí se creció Beroiz y Aimar siguió recuperando sensaciones. Arriesgó, pero su nivel de acierto volvió a superar la media y, sin estar al 100%, consiguió sacar un partido que parecía imposible, porque tanto Oinatz como Aretxabaleta firmaron un buen papel. Pero esta vez un final ajustado les perjudicó.

Albisu sigue mandando

Los que sufrieron mucho menos fueron Artola y Albisu que, el viernes por la noche sumaron en Donostia su tercera victoria consecutiva tras imponerse por 22-10 a Altuna III-Cecilio, sustitutos de Irujo-Barriola.

La clave en un partido en el que apenas se cruzaron 366 pelotazos a buena estuvo en el dominio que Jon Ander Albisu volvió a ejercer en la zaga. El partido comenzó igualado, pero se rompió en cuanto el zaguero ataundarra, en otro partido si errores, comenzó a soltar su aspas y soltar a la pelota.