08 FéV. 2015 SEGUNDA | Derbi en Mendizorrotza El tinglado futbolístico no tiene en cuenta a los aficionados Unos 2.500 aficionados rojillos que se desplazaron hasta Gasteiz se quedaron sin partido. La mayor parte de ellos -el tren de regreso volvió a las 22.00- optaron por la fiesta en la parte vieja. Natxo MATXIN Que el actual tinglado futbolístico montado cada vez tiene menos en cuenta al aficionado no es ninguna novedad. Lo que ocurrió ayer en Gasteiz volvió a ser una nueva demostración de ello. Unos 2.500 aficionados rojillos que se habían desplazado hasta Gasteiz se quedaron sin el encuentro para el que habían empleado parte de su tiempo y dinero, un esfuerzo que la patronal futbolística -LFP- y la normativa no contemplan. Una vez conocida la suspensión del partido, las quejas de los aficionados no se hicieron esperar a través de las redes sociales, acusando a los estamentos futbolísticos de no tener en cuenta los intereses de los seguidores. Del mismo modo, protestaron por una normativa que cede la potestad única para suspender un partido al árbitro designado, quien lo suele hacer solo horas antes de la celebración del choque -fue el caso de ayer- o incluso minutos, como ocurrió con el Osasuna-Zaragoza del domingo pasado. A mal tiempo... Tan poca antelación provoca que los hinchas estén obligados a emprender viaje sin ninguna seguridad de que el envite se vaya a disputar -y el correspondiente gasto para el bolsillo-, llevándose desilusiones como la de ayer en Gasteiz. No es de extrañar, pues, que el presidente rojillo, Luis Sabalza, pidiese disculpas a su afición porque «había mucha ilusión, la gente estaba volcada y no se ha podido satisfacer toda la demanda que había. Ahora se tendrá que jugar entre semana, pero buscaremos una fecha adecuada», se excusó. A los seguidores rojillos no les quedó otro remedio que poner buena cara al mal tiempo, pues muchos de ellos tenían que regresar en el tren nocturno de las 22.00, con lo que les quedaba toda una jornada para divertirse por delante. El buen ambiente en la parte vieja gasteiztarra puso el contrapunto a una jornada fría en la capital arabarra.