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BALONCESTO | Bilbao Basket suma frente a Manresa su decimoquinta victoria

Gusto a ponerse las pilas para el final

Los hombres de negro necesitaron del mejor Mumbrú, Latavious Williams y un renqueante Marko Todorovic para darle la vuelta a un arranque algo frío.


BILBAO BASKET 86

MANRESA 77

Bilbao Basket se está acostumbrando a empezar frío y apretar en el cuarto final, para valerse del bajón físico de sus rivales y obtener victorias en apariencia más cómodas de lo que son en realidad. Ante equipos como Andorra o Manresa, su rival de ayer, esa fórmula puede tener éxito, pero los de Sito Alonso han de andarse con ojo con dar por sentado el éxito de esa manera de jugar porque, frente a rivales con enjundia física, esa fórmula no servirá.

Mirando la clasificación, podría decirse que el conjunto del Bagés debía ser un rival perfectamente asequible para los hombres de negro. Empero, la realidad demostró que los de Pedro Martínez son un equipo que sabe lo que se hace y que, si no se le saca de la pista a base de intensidad, se convierte en un absoluto incordio. Un incordio que los hombres de negro debieron sacarse de encima empleando todos sus recursos. Por un lado, el mejor Latavious Williams de la temporada, autor de 17 puntos y 11 rebotes para una valoración de 25, dejando en la retina un par de vuelos sin motor, sobre todo uno en el tercer cuarto que puso Miribilla en pie tras una asistencia de Colom.

Por el otro, un Marko Todorovic renqueante se marcó un partidazo, un clínic de inteligencia aplicada a la cancha que se traslucía en asistencias, «bailes» al poste bajo, robos y rebotes. Mumbrú, con seis triples en su haber y 27 de valoración -superando los 20 puntos por quinto partido consecutivo-, más un Quino Colom que se fue entonando hasta poner una marcha más en los últimos minutos, fueron los artífices del triunfo bilbaino, que aun así tuvo que superar un resultado adverso de 20-30 en el segundo cuarto.

Experimentos

Conforme pasaron los minutos, Sito Alonso fue encontrando su cuarteto ideal, algo parecido al formado por Colom, Bertans -dio seis asistencias el «cohete letón»-, Mumbrú -jugando de alero o ala-pívot indistintamente- y Williams, con los añadidos de Marko Todorovic y un Raül López que supo no estorbar pese a su mal día. El resto del plantel fue una serie continua de experimentos que no le terminaron de cuajar a Sito Alonso.

Así, Danilo Andjusic no jugó en la primera mitad para acabar con 13 minutos, ya que el de Monzón «castigó» con un banquillazo la actitud de Dejan Todorovic por preocuparse más de protestar que de defender. Borja Mendia, por su parte, vio cómo Sakic le sacaba continuamente los colores mientras que los árbitros lo abrasaban a faltas -no fue casualidad que coincidieran con los minutos del bilbaino los peores momentos de Bilbao Basket-. Borg no tuvo un día nada atinado de cara al aro y Wragge, que volvió a salir en el quinteto titular, vio cómo el Manresa encauzaba sus sistemas de ataque contra él, tanto de la mano de Sakic como de Fotu. Con tantos altibajos entre sus hombre de rotación, Bilbao Basket apenas si logró voltear su mal momento para llegar 39-38 al descanso.

Así pues, los experimentos quedaron para otro día, y con la rotación limitada, los hombres de negro fueron otros. Mumbrú anotó cinco de sus seis triples tras el receso y la defensa dejó de mostrar la misma blandura que al principio. Se corrigió a tiempo, pero no es bueno acostumbrarse a ganar así.

Sito Alonso: «Tenemos que pensar en la mejora colectiva, aunque ganes»

«Contento» con la victoria, pero crítico al mismo tiempo. Sito Alonso reconocía que «hay cuatro o cinco situaciones defensivas en las que estamos perdiendo el control defensivo, que no nos pueden pasar porque antes no nos pasaban».

«Tenemos que ser humildes y pensar en la mejora individual y colectiva, aunque vayas ganando. Lo hemos hablado entre todos y estamos de acuerdo», recalcó el preparador bilbaino.

En otro orden de cosas, Roger Grimau regresaba a Miribilla y el recibimiento del público acabó por emocionarlo.

«Me cuesta decir nada para agradecer tanto. Es increíble que después de solo tres años que he estado aquí, el recibimiento que he tenido. Esto estará guardado en mi corazón», confesaba el escolta barcelonés.

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