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BILBAO BASKET | Derrota en la cancha del CAI Zaragoza

Los aleros maños hacen que la goma, al final, se rompa

Los hombres de negro tuvieron un mal día en el tiro, pero aguantaron hasta el último período. Un parcial de 18-4, liderado por Landry y Pere Tomàs, acabó con la resistencia de los entrenados por Sito Alonso.


Saber aguantar, saber encajar los golpes, buscar el momento y dar la puntilla al rival cuando no tenga tiempo ni fuerzas para reaccionar. En Zaragoza, una plaza en la que el maestro Manel Comas alcanzó grandes cotas, Sito Alonso y sus hombres de negro quisieron jugarle la «táctica del conejo» al CAI. Sin embargo, su estrategia de hacer la goma se frustró en el último cuarto, durante el lapso de tiempo que trajo un parcial adverso de 18-4, pasándose del 55-54 a un irremediable 73-58.

Los aleros Pere Tomàs y Marcus Landry cortaron la goma con la que Bilbao Basket se sostenía a pesar de firmar un mal partido en la faceta ofensiva -24 de 70 en tiros de campo, con un 8 de 27 en triples; a ello hay que sumarle una clara derrota en la pelea por el rebote: 41 a 30-, y no tuvieron los bilbaínos energías ni recursos como para levantar el partido. O será que el CAI Zaragoza le tiene tomada la medida a Bilbao Basket, puesto que lo ha batido en los dos partidos de Liga Regular, dominando en ambos encuentros el ritmo de juego de cabo a rabo.

No todo fue malo en el desempeño vizcaíno. Sin ir más lejos, repartían 19 asistencias y la defensa fue bastante mejor que la mostrada ante UCAM Murcia. Sin embargo, la versión de sí mismos que los hombres de negro ofrecieron en la capital maña fue bastante menor, sobre todo ante un adversario que busca afianzarse en zona de play off a base de, precisamente, hacerse fuerte en su cancha.

Aportación del banquillo

Tras un mal primer cuarto de tanteo acabaría con un pobre 13-12, el CAI daba su primer golpe. Fue la primera irrupción de un Pere Tomàs que, como en Miribilla, cuajó un gran partido. El alero balear sumaba 9 tantos seguidos para dar el primer susto, logrando que los locales se fueran 28-20. Mumbrú, que acabaría empatando con Banic como máximo anotador de la historia de Bilbao Basket, y Colom lograron cerrar la herida y dejar el choque 34-30 al descanso.

La cuestión es que Bilbao Basket echó mucho de menos la aportación de sus suplentes. Wragge no jugó y los cuatro que sí -Raül López, Borg, Andjusic y Latavious Williams-, sumaron valoración negativa, para aportar solo 9 puntos y 2 rebotes. Eso hizo que Sito Alonso estirara a Mumbrú hasta los 38 minutos, Hervelle 33 y Quino Colom 32. En el bando local, amén de los 17 tantos de Pere Tomàs, que además sumaba 5 rechaces, Jelovac y Sastre también sumaron -no así Llompart-, y dieron descanso a titulares como Norel, Robinson o Landry, que guardaron unas energías imprescindibles para el tramo final.

Porque Bilbao Basket, pese a todo, se mantenía con opciones al arranque del último cuarto, pasando del 55-49 del final del tercer período a un esperanzador 55-54. Landry y Pere Tomàs asumieron el mando en ese momento, estirando el marcador hasta el 73-58; un parcial de 18-4 para el que Bilbao Basket ya no tuvo energía ni respuesta. No pudo llevar a cabo la táctica del conejo porque la goma se había acabado de romper.

«Mejoramos, pero ante el CAI hace falta más»

No le quedó otra que resignarse a Sito Alonso. Queriendo ver el vaso medio lleno, opinaba que «hemos mejorado un poco respecto a las anteriores salidas», pero acabó por reconocer que «para ganar ante el CAI Zaragoza, hace falta algo más».

«Queríamos competir y hemos seguido luchando. Pero hemos llegado al final demasiado justos de energías», añadía, al tiempo de otorgar el mérito a un exjugador suyo, Pere Tomàs, «tanto por el acierto como por su decisión de buscar la canasta».

Sito Alonso también lamentó «la lesión» de Colom, aunque no especificó la gravedad de esta.

A. G.