08 AOûT 2019 Entrevue BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS SOCIÓLOGO «La democracia necesita un proyecto político, no basta con la honestidad» Boaventura de Sousa Santos (Coímbra, 1940), reconocido por sus ensayos sobre la democracia y la descolonización del conocimiento, repasa en esta entrevista realizada por el diario mexicano “La Jornada” la llegada de AMLO al poder y la crisis global de la democracia liberal. Dernière mise à jour : 08 AOûT 2019 - 00:18h M.A. VELÁZQUEZ CIUDAD DE MÉXICO Como banderillas de fuego, Boaventura de Sousa Santos, doctor en sociología por la Universidad Yale, pone en lo más alto de la política regional la «enorme» responsabilidad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con América Latina porque advierte: «Si México se va, si el proyecto de López Obrador fracasa, realmente estaremos en la oscuridad total, sin proyecto político, ¿qué nos queda en el continente?». El portugués De Sousa Santos se niega a ver morir –«democráticamente»– a la democracia, y ve en México la posibilidad de dar un vuelco a la historia que ha marcado a los gobiernos de izquierda en América Latina. En 1998 escribió “Reinventar la democracia”, y en 2004, “Democratizar la democracia”, pero la democracia se convierte, casi en todos los lados, en cómplice de la corrupción, en la distorsión de las esperanzas de mucha gente. ¿Qué pasó con la democracia? Pasó lo peor, porque no solamente no se ha reinventado, sino que está muriendo democráticamente; en su nombre se están eligiendo a neofascistas antidemócratas, como en Brasil, como Trump en Estados Unidos, como lo que sucede en Italia, Hungría y Polonia. Es gente de extrema derecha a la que realmente no le gusta la democracia, pero que es elegida democráticamente. Llama la atención que, realmente, la democracia liberal no tiene condiciones para resistir la dureza del capitalismo. Después de la caída del muro de Berlín, el capitalismo deja de tener enemigos, así que, como ya se ha escrito, el capitalismo tiene que tener miedo de sí mismo, no de sus enemigos, porque cuando no los tiene se hace salvaje, es suicida, sus ganancias lo vuelven autodestructivo. Se pretendió que fuera la democracia la que regulara al capitalismo, pero es el capitalismo el que va a regular la democracia. O sea, existe la democracia mientras le es funcional, mientras es buena para el capitalismo; si no lo es, la democracia no funciona, y si funciona es como la forma más legítima de reproducirlo. El único capitalismo exportable es el de Estados Unidos, de matriz neoliberal, que empieza a ser reproducido por el Fondo Monetario Internacional, por el Banco Mundial, por las agencias multilaterales. Merrill Lynch (la calificadora) publicó un informe hace mucho tiempo diciendo que las dos áreas más rentables para el capitalismo en el futuro eran la educación universitaria y la salud, y en ese momento empieza el movimiento de privatización en todo el mundo. ¿Y la honestidad alcanza para reinventar la democracia? No basta la honestidad, tiene que haber un proyecto político. A mi juicio la honestidad es una virtud, pero no puede ser la única. Ser honesto sí, pero también ser solidario. Pienso en la honestidad politizada. Se puede ser honesto, pero muy insensible con las injusticias que el capitalismo, el socialismo, el patriarcado, la homofobia están produciendo en nuestras sociedades. La democracia, para salvarse, tiene que ir a la calle en las próximas décadas. La democracia actual es buena, pero es poca, y como poca no resiste. ¿Cómo explica que se den gobiernos como el de Andrés Manuel López Obrador en México ahora mismo? López Obrador tiene un capital simbólico importante. Primero, porque llega a la Presidencia después de que le robaron una elección, y finalmente la gente logró elegir a quien quería. Segundo, porque es un señor que no es corrupto, al contrario, y es un genio de la política simbólica. No estoy hablando de la política económica, sino de la política simbólica, por eso firmó ante un notario que no se reelegiría, ese es un dato genial. Mire lo que hizo Hugo Chávez al intentar permanecer indefinidamente. López Obrador recibirá presiones brutales desde la derecha, por lo que debe tomar experiencia de gobiernos como el de Brasil, Argentina o Ecuador, que cedieron a esas presiones y aceptaron la construcción de los megaproyectos, entre otras condiciones del neoliberalismo. Pero, ¿deben dejar las izquierdas gobernar a la izquierda? Hay datos que nos hablan de las izquierdas enemigas de los gobiernos de izquierda. Pienso que, realmente, las izquierdas deberían ser cuidadosas en este momento, y deberían, pacíficamente, organizar la calle, a las organizaciones sociales; luchar en tribunales como lo hacen organizaciones indígenas, usar todos los medios institucionales posibles para presionar al gobierno desde abajo. Sin embargo, han tenido una posición totalmente brutal, han entrado en cierta lógica de izquierda radical y los atacan como si fueran de derecha, pero es un error total a mi juicio. «No podemos exigir a nadie que cambie todo de un día para otro» De Sousa Santos hace una pausa, toma un trago de café y, advierte de que se tiene que construir un pacto político nuevo, un nuevo contrato social que debe incluir lo que enseña la naturaleza: «Tenemos la obligación de defenderla (a la naturaleza)». Luego, en su reflexión explica que hoy en México se vive un momento de transición: «No podemos exigir a nadie, a un gobernante, que cambie totalmente todo de un día para otro. Tienes que pasar de un modelo monocultural que protege solamente la economía capitalista, que es lo que hace México, a proteger la economía cooperativa, la economía campesina, la economía familiar, la indígena. El 70% de nuestros productos alimentarios viene de ellos, pero no son protegidos efectivamente". De Sousa es de hablar rápido pero certero, nos recuerda con cierta nostalgia lo qué pasó con los gobiernos de izquierda en Brasil, en Ecuador y en Argentina, y recomienda a AMLO, como él lo llama, que mire en esos ejemplos, no vaya a cometer los mismos errores. Levanta voces de alarma, dice que ya está probado que es tanta la venganza de la derecha al volver al poder que devasta a los países. Regresa sobre los nombres de las entidades donde asegura, se entronizó el fascismo; por eso recomienda a las izquierdas ser cuidadosas en sus críticas, porque se convierten en enemigas del proyecto que pretendían, o se laxan y olvidan la defensa de los gobiernos que pretendían. Las amenazas regionales Anuncia que asistimos a un cambio en el imperio. Primero, asegura, se trata de una gran inversión en el sistema judicial latinoamericano, sobre todo en Colombia y Brasil, para crear un sistema inquisitorial, y sostiene que ya no se necesita a las fuerzas militares para mantener la hegemonía del imperio, ahora se trata de un conjunto de fuerzas financieras muy bien organizadas, un proyecto que se inició en el año 2000. Se trata de hacer que el Poder Judicial sea muy conservador, cómplice de la iniciativa privada, de entrenar y formar a los magistrados en agencias de inteligencia como la CIA. Sin que nadie se dé cuenta, aparentemente, de lo que está pasando. Y un segundo elemento que va a ser muy importante son las iglesias evangélicas, pentecostales, sobre todo con una influencia mayúscula, con la inversión pública de los estadounidenses y la financiación de la sociedad civil. O sea, lo que decíamos antes que era la CIA, los militares, ahora es otra cosa, agencias con nombres bonitos para promover la democracia, como las iglesias, sin olvidar a los medios que están dentro de una estrategia muy bien identificada en un plan que se llama "Atlas" para intervenir, para lograr cambios de régimen sin necesidad de dictaduras militares, porque tras la caída del muro de Berlín las dictaduras no tenían legitimidad. Se requería empobrecer, domesticar aún más. Explica que si vuelve la derecha, lo hará con la idea de la venganza total, con resentimiento, porque las élites aquí no sólo son capitalistas sino también colonialistas. Van a intentar destruir y producir un efecto que se llama "gas paralizante"; es decir, los movimientos sociales se quedan paralizados. Son muchas las formas de la venganza de la derecha en caso de regreso al poder.M.A.V. REGULACIÓN «Se pretendió que fuera la democracia la que regulara al capitalismo, pero es el capitalismo el que regula la democracia» A LA CALLE «La democracia no se ha reinventado, está muriendo democráticamente. Para salvarse, tiene que ir a la calle en las próximas décadas» PUGNA «Realmente, la democracia liberal no tiene condiciones para resistir la dureza del capitalismo» MÉXICO «Si el proyecto de López Obrador fracasa, realmente estaremos en la oscuridad. ¿Qué nos queda en el continente?»