GARA Euskal Herriko egunkaria

La prestación del paro, insuficiente para los trabajadores culturales vascos

Los trabajadores culturales de Hego Euskal Herria valoran positivamente la adaptación de la prestación del paro a la intermitencia. Es uno de los puntos aprobados en un real decreto ley que consideran insuficiente. Hay quien pregunta para cuándo el Estatuto del Artista, y también quien pide a las administraciones públicas vascas mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores de la cultura sin esperar al Gobierno de Madrid.

Imagen de la movilización de trabajadores culturales en plena pandemia. (Marisol RAMÍREZ | FOKU)

El Consejo de Ministros español dio luz verde ayer al real decreto ley que prevé la prestación por desempleo para el sector cultural. Rebaja a la mitad los requisitos de días cotizados para que artistas y técnicos accedan al subsidio.

La adaptación de la prestación del paro a la intermitencia, característica específica del sector, era una reclamación de los trabajadores culturales de Hego Euskal Herria. Los artistas y técnicos del norte del país cuentan con ello desde hace años.

Miriam Miranda, coordinadora de la Asociación Musikari, ha participado en varias mesas sectoriales en el proceso de elaboración del decreto. Aun así, se mostró cautelosa. «Prefiero esperar a su publicación este miércoles en el BOE y ver si se recogen todas las recomendaciones llevadas a cabo desde el sector».

A la espera de la confirmación de hoy, se mostró satisfecha por la medida relacionada con el paro. «Hay dos vías para acceder a ello. La primera es que justifiques que en los últimos seis años has cotizado 180 días. La segunda vía es que en los últimos 18 meses hayas tenido 60 actuaciones», remarcó.

Además, se prevé la cotización de artistas autónomos con ingresos bajos. «Se toman como referencia 3.000 euros netos al año. El perfil es muy amplio y abarca a muchos artistas que conozco. Pero fijar la cuota mensual en 161 euros es excesivo, la valoración de este punto no puede ser positiva», reconoció sin ocultar su sorpresa por el texto definitivo.

Compatibilizar

Otro de los puntos contempla que se podrá compatibilizar la pensión de jubilación y la actividad creativa. «Hasta ahora sí se cobraban los derechos de autoría generados pero no se podía desarrollar un trabajo artístico», especificó Miranda.

En el caso de la Unión de Actores Vascos (AEB), su secretario de organización, Eneko Olasagasti, admite que la aprobación les había «pillado por sorpresa». En su opinión, es positivo. «La medida de la rebaja de días cotizados para tener subsidio está bien. El decreto va a facilitar las cosas y bienvenido sea». No obstante, se lamenta por la tardanza de la aprobación del Estatuto del Artista, por lo que considera que el real decreto es insuficiente. «El borrador que fue aprobado en 2017 incluía 75 medidas que regulaban el sector. Si están todos de acuerdo, ¿a qué esperan?, ¿hasta qué punto no es una operación de maquillaje?», se pregunta.

Miranda ve la botella medio llena, «no tanto por lo que se haya conseguido, sino porque se abre una vía de posible negociación en el futuro. Quedan muchos puntos del borrador por aprobar, pero se está abriendo una pequeña puerta en la que los artistas se consideran como cualquier otro profesional».

Lanartea, la Asociación de Trabajadores del Euskara, prefiere esperar a examinar el documento con detenimiento. «Hemos aprendido de experiencias anteriores», afirma. Denuncia «la carga burocrática que soportan tanto los trabajadores autónomos como los no autónomos del sector». Considera que «es demasiado pesada, incluso desproporcionada, y la desproporción se da también en lo económico».

Pide a la administraciones públicas vascas «mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los artistas». Entre otras medidas, solicita que sea la propia entidad que contrate al artista o creador la que dé de alta a la persona contratada en la Seguridad Social, a petición propia, todos los días de actuación y ensayo para asegurarse de que va a trabajar protegida.

También considera necesarias «la integración y simplificación de las obligaciones tributarias y administrativas por parte de las Haciendas Locales, así como la inclusión en la definición de rendimientos del trabajo; por ejemplo, de algunos casos que hoy son considerados como rendimientos de la actividad económica de los artistas y en los que se ha acordado una pequeña modificación normativa en el IRPF. Constituiría un punto de partida muy importante».