Las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, que juntas forman la región del Donbass en el este de Ucrania, eligieron ayer sus presidentes y parlamentos respectivos.
Fueron las primeras elecciones independientes que se realizan en estos territorios tras declararse independientes unila- teralmente tras un referéndum en mayo de este año.
La victoria en Donetsk, la región dominante en el territorio que ayer votaba, ha sido para los principales favoritos, Aleksandr Zajarchenko y su partido, República de Donetsk.
Se esperaba que el Ejército ucraniano intentara sabotear la votación mediante un ataque militar. Sin embargo, no fue así. La demostración de fuerza de los militares de Donetsk y Lugansk durante la jornada del sábado, trasladando tropas al frente, parece haber servido como método disuasorio.
Las únicas explosiones que se oyeron en la atípica jornada electoral llegaron ya cerrados los colegios electorales. Eso sí, para reforzar la defensa y garantizar los comicios se desplegaron numerosos soldados por las ciudades llamadas a votar.
Dos horas para votar
Los electores acudieron a votar en forma masiva. El tiempo medio para poder efectuar la votación era de casi dos horas en los colegios más céntricos de Donetsk. En total había aproximadamente 300 puntos donde se podía depositar el voto.
En lo que coincidieron muchos de los votantes consultados por GARA era en que las elecciones fueron en realidad más simbólicas que efectivas. De hecho, había pocos candidatos y partidos políticos entre los que poder elegir.
Como señaló a este diario Román, un constructor de 34 años, «los otros dos candidatos a presidente no se ni quiénes son». Por ello, él y algo más del 80% de la población han votado por el hasta ahora primer ministro, Aleksandr Zajarchenko.
La razón de votar por él era tan generalizada como sencilla de explicar. «Queremos regresar a la normalidad cuanto antes. Disponer de un gobierno va a permitir que nos desarrollemos. Zajarchenko por ahora es el único que puede hacer esto», comentaba Olga, una electora de 31 años que expresaba cierta dosis de esperanza.
Voto por la «liberación»
Los militares de las repúblicas autoproclamadas y apoyadas materialmente por la vecina Rusia también votaron en masa por el hasta ahora primer ministro Aleksandr Zajarchenko. Guivi, uno de los comandantes más populares de los que luchan contra las fuerzas de Kiev, comentaba que él y todo su batallón han votado por Zajarchenko. «Es el hombre adecuado para unificar el mando y liberar el resto de nuestra región de ocupantes ucranianos».
Rusia es el único Estado que ha declarado que tiene intención de reconocer estos comicios de modo oficial. Los países occidentales no tienen intención de hacerlo.
Tibia reacción de Poroshenko ante unos comicios «ilegales»
Las autoridades ucranianas han ignorado casi por completo los comicios celebrados en Donbass. Dado que Kiev sigue considerando suyos dichos territorios, ha extrañado que ayer no hubiese grandes reacciones respecto a la cita electoral durante prácticamente todo el día. A eso de las ocho de la tarde, las cuentas oficiales del presidente en las redes sociales emitieron un mensaje. En él se decía que las elecciones no respetaban los acuerdos de Minsk y que para él no fueron una expresión real de la voluntad popular.
En Kiev tuvo lugar una demostración de varios centenares de personas en contra de la votación y a favor de la unidad de Ucrania. Esta resultó ser toda la reacción ucraniana ante la votación que se vivió en el país.
En la zona del frente entre tropas ucranianas y rebeldes, las autoridades ucranianas volvieron a denunciar ataques de artillería contra sus unidades en la región de Donbass. Y combates de baja intensidad, con varios blindados destruidos cuando iban del «puesto de control 32» al «puesto de control 33», aunque sin víctimas mortales por ninguno de los dos bandos.
Por otro lado, ayer se cumplieron seis meses de la masacre de Odessa. El pasado 2 de mayo murieron más de cuarenta activistas prorrusos del lugar quemados en la casa de los sindicatos por nacionalistas ucranianos con ayuda, presuntamente, de parte de las autoridades locales.
Los gobernantes ucranianos no han llevado a cabo ninguna investigación a fondo de lo ocurrido y han acusado de incendiar el edificio a los propios activistas. P. G.
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