Según los diferentes institutos de opinión pública, la UMP junto a sus aliados centristas podría haber vencido en entre 64 y 74 departamentos, un gran avance respecto a los 41 consejos departamentales que controlaba hasta ahora.
Mientras, la izquierda, que dominaba 60 departamentos, ha perdido entre 26 y 30 de ellos.
Las primeras estimaciones no concretan hasta el momento si el ultraderechista Frente Nacional (FN) consigue por primera vez en su historia imponerse en un departamento, como era su objetivo.
Este partido tenía esperanzas de adjudicarse hasta dos departamentos, pero ya se descarta su victoria en el de Aisne.
La participación ha rondado, a falta de confirmación oficial, el 50 %, algo superior a lo esperado y por encima de la segunda ronda de las departamentales de 2011.
El primer ministro francés, Manuel Valls, ha reconocido la amplia victoria conseguida por el centro-derecha en las elecciones departamentales y el «franco retroceso» de las fuerzas de izquierda.