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El Ayuntamiento analiza con el Arzobispado la regulación del uso de la imagen de La Dolorosa

El Ayuntamiento de Iruñea no contempla la cesión de la propiedad de la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, ‘La Dolorosa’, un bien patrimonial en la ciudad propiedad del Consistorio, sino que está trabajando en la regulación de su uso tradicional.

Por ese motivo, se ha iniciado un proceso de estudio que busca recopilar toda la información disponible en los archivos municipales relativa a la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, así como documentación relacionada con su uso y cesión de ese uso. Esa investigación no tiene como finalidad la cesión de la propiedad de la imagen sino únicamente la regulación de su uso.

Por ello, el Ayuntamiento solicita una rectificación a los medios y a los grupos municipales que han difundido información en la que se decía que el Consistorio estaba contemplando la cesión de la propiedad de la imagen de ‘La Dolorosa’, un hecho no barajado por el Ayuntamiento. Todos los datos han sido remitidos a los servicios jurídicos municipales.

El alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, escribió con fecha 20 de febrero una carta al arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, para concretar una reunión, ya que «son también una parte importante y conocedora de los usos y costumbres», con el fin de recabar más información para realizar la regulación del uso de la imagen.

En esa misma misiva también se aclara que la imagen es «un bien patrimonial de la ciudad de Pamplona y propiedad del Consistorio». La reunión reclamada por el Ayuntamiento se celebrará hoy viernes y en ella se transmitirá también de palabra que la intención municipal es únicamente regular los usos que se están haciendo de la citada imagen.

La Dolorosa es la imagen más antigua de entre los pasos de la Semana Santa iruindarra y el único de propiedad municipal. Fue realizado el último tercio del siglo XIX (1883) por Rosendo Nobas i Ballbé (Barcelona, 1838-1891), un escultor catalán especializado en imágenes religiosas, retratos y escultura funeraria.

El Ayuntamiento pagó en su momento por él 200 pesetas, más otras 48 en concepto de embalaje y transporte desde el taller del escultor. Los gastos se sufragaron gracias a la herencia legada al Consistorio por Sofía Villanueva Armendáriz, iruindarra residente en Tolosa.