Según ha señalado el Ayuntamiento en una nota, durante la jornada, celebrada el pasado sábado, han tomado parte el Servicio de Jardines de Eguesibar y el Guarderío Forestal, que ha explicado la importancia que tienen en Iruñerria la creación de estos espacios, que han ido desapareciendo y que han llevado a la desaparición de alguna especie de anfibio, como el sapillo pintojo.

Para la naturalización de estos enclaves, el voluntariado ha plantdao diversas especies de plantas asociadas a niveles freáticos altos, como son distintas especies de Carex, Iris, Llanten..., además de plantar una línea perimetral de arbolado, preferentemente fresno, pero también unos pocos ejemplares de roble noble, Quercus robur, antaño ocupante de los bosques de Iruñerria.

Estos humedales fueron ocupados el año pasado por tritón palmeado y rana verde, y se espera que vaya aumentando el número de especies que colonicen estos ambientes, como sapo partero o sapillo moteado, añade el Consistorio.

Ahora, el voluntariado deberá esperar a la primavera siguiente para ver si el violeta y amarillo de los lirios van repoblando las márgenes de estos microhumedales.