El Mundial de baloncesto afronta ya las semifinales y no habrá ni una selección europea en la pelea por las medallas. Los combinados de Serbia, Francia y Bélgica han caído con todas las de la ley en sus respectivos cruces de cuartos ante Estados Unidos, China y Australia, mientras que Canadá será la cuarta invitada al «banquete» tras deshacerse con facilidad de Puerto Rico.

El polvorín que reventó dentro de la delegación española el verano pasado afectó en los resultados al punto de quedarse sin pase para el Mundial de este año, mientras que Rusia, la última pasajera europea que debía haber competido en Sidney 2022, quedaba fuera como castigo de la invasión militar rusa a Ucrania. Asimismo, las selecciones de Francia y Serbia se hallan en un momento de relevo generacional y Bélgica ha padecido la inoportuna lesión de Emma Meeseman, su principal estrella, en mitad del torneo.

Todo ello indica la claridad con la que las selecciones del Viejo Continente han salido escaldadas de los cruces del cuartos. En primer lugar el 88-55 de Estados Unidos sobre Serbia ha sido el resultado más abultado pero al mismo tiempo el menos sorprendente. Las de Marina Maljkovic son las vigentes campeonas continentales, pero se hallan en plena transición generacional y sin sus estrellas nacidas en 1989 –Sonja Vasic, Elena Brooks y Ana Dabovic–, la base nacionalizada Yvonne Anderson se ha quedado algo sola ante el potencial norteamericano, que después de un primer cuarto igualado, ha roto el duelo con un parcial de 25-10 en el segundo asalto y otro de 16-7 en el tercero.

Las «plavi» han sumado un pobre 4 de 16 desde la larga distancia y las estadounidenses han avasallado en el rebote, sumando 52 ante 35 del cuadro balcánico. En cuanto a las anotadoras, pese al mal día de Breanna Stewart, los 17 tantos de Kelsey Plum, los 15 –más 8 rebotes– de A'Ja Wilson y los 13 puntos, 14 rechaces y 7 asistencias de Alyssa Thomas no han dejado resquicio a la duda en el que ha sido el primer cruce de cuartos de final de la jornada.

Las asistencias de China; los rebotes de Australia

China ha dejado a Francia fuera de la lucha por las medallas, metiéndose el gigante asiático en semifinales por primera vez en 28 años. A diferencia del basket masculino chino, muy dependiente de las estrellas –como pudo ser Yao Ming en su día, o la propia Liga a día de hoy, plagada de jugadores con pasado en la NBA y la Euroliga, con buenos sueldos y malas defensas–, la categoría del basket femenino es muy alto y su juego es realmente serio.

Tanto es así que el seleccionado que entrena Wei Zheng ha repartido 23 asistencias para sumar un 32 de 59 en tiros de campo, con un 10 de 24 en triples. De haber atinado algo más que ese 11 de 17 en tiros libres, el cuadro asiático hubiera superado a las francesas con todavía mayor claridad.

Las de Jean-Aimé Toupane han aguantado hasta el segundo cuarto, ya que tras empatar a 25 al final del primer asalto, han cedido el segundo por 25-14, y ese déficit, pese a los posteriores arreones, no lo han podido arreglar de ninguna manera. En esa primera arrancada china, los triples de Li Meng, autora de 23 puntos, han sido esenciales.

La selección gala no se ha rendido y gracias al talento de Gabby Williams –verdadera líder «bleu» en ausencia de Johannes– y Marine Fauthoux, autoras de 17 y 19 puntos respectivamente, han acercado un tanto a las europeas, pero China ha seguido moviendo bien el balón, con ritmo y con la base Yuan Li –autora de 10 puntos y 7 asistencias– erigida en el faro ofensivo.

Las galas han llegado a arrimarse a seis puntos, 66-60, pero China ha vuelto a tomar el mando del partido y de forma más plácida de lo que se esperaba, se han llevado su cruce por 85-71, siendo esta la diferencia más estrecha en la horrible jornada para las europeas.

Porque Bélgica –sin Meeseman, hay que insistir– se ha quedado sin opciones de medalla al caer por 69-86 ante Australia. Poco se les puede decir a las europeas, que sobre todo a través del triple –sumando un 11 de 23– han intentado agarrarse al partido.

Sin embargo, la diferencia reboteadora –24 a 48 para las «Opals»– ha sido excesiva. Australia ha podido hacer 10 tiros de campo más y le ha bastado con dos buenos parciales, 16-26 en el primer cuarto y 11-20 en el tercero, para desbaratar cualquir opción belga. Más aún, las de Sandy Brondello se han podido dejar ir en el último cuarto, con lo que Bélgica ha podido maquillar el resultado hasta el 69-86 final.

Así las cosas, Estados Unidos y Canadá vivirán este viernes, de madrugada en Euskal Herria, un desigual «derbi» norteamericano, después de que las entrenadas por Víctor Lapeña hayan batido cómodamente a Puerto Rico por 60-79. Todo indica que la «pelea por la plata» se decidirá en el duelo entre Australia –que en este cruce ha podido volver a contar con Rebecca Allen; un seleccionado del que hay que recordar que ha optado por no llevar a su estrella Liz Cambage y sí a una Lauren Jackson que llevaba seis años retirada– y China, en un duelo muy interesante por cuanto que representa dos estilos diametralmente opuestos, pero muy atractivos.

Entre tanto, el basket femenino europeo deberá lamerse sus heridas y prepararse para tiempos mejores.