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LAB cierra el congreso en el que ha fijado las nuevas pautas de trabajo de los próximos años

El sindicato LAB ha cerrado hoy su VIII. Congreso Nacional celebrado en Barañain, cita en la que ha sentado sus pautas de trabajo para adaptarse a una nueva realidad en Euskal Herria, marcada por la crisis económica y el nuevo tiempo político.

El congreso se ha clausurado con el canto del ‘Eusko Gudariak’. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)

La reelegida secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, ha clausurado el VIII. Congreso Nacional del sindicato, que ha servido para definir las líneas de actuación de la central sindical de cara a los próximos cinco años y adaptarse tanto a la actual situación económica como al nuevo escenario político.

«Tenemos claro cuál es nuestro norte, vamos a construir el estado socialista vasco», ha sentenciado Etxaide en el discurso de clausura.

Etxaide ha recordado que el grupo que le ha acompañado en la dirección de LAB comenzó su recorrido hace cuatro años en Ezkerraldea, «en el otro extremo de nuestro pequeño pueblo». «En el corazón de Nafarroa, en la capital de Euskal Herria habéis decidido respaldarnos para seguir con la labor de dirección», ha afirmado.

«Hemos repetido en multitud de ocasiones que estamos orgullosos de ser un sindicato nacional. Ello nos permite enriquecer LAB con la pluralidad que tiene Euskal Herria», ha añadido Etxaide, antes de señalar que ello también tiene ventajas para hacer frente a los retos del momento.

Además de la reelegida –casi por unanimidad– secretaria general de LAB, a lo largo de la jornada de hoy han intervenido, entre otros, representantes de ELA, de la izquierda abertzale o de sindicatos internacionales.

Congreso

Unos quinientos representantes de LAB, más invitados y sindicatos aliados de la central vasca, iniciaron ayer un debate del que saldrán las líneas básicas de actuación para los próximos cinco años, una etapa que se antoja crucial para el futuro de Euskal Herria tanto desde el punto de vista económico como desde el reconocimiento de los derechos de la ciudadanía vasca.

La Ejecutiva llegó satisfecha del modelo de trabajo ejercido desde su séptimo debate nacional, trayectoria que refrendaron los delegados de forma prácticamente unánime (6 abstenciones y más de 450 votos de aprobación). Este apoyo allanó el camino del VIII Congreso de LAB, que tiene un tinte continuista tanto en los componentes de la Ejecutiva Nacional, que dirige Ainhoa Etxaide, como en su apuesta clara por la lucha obrera como vía para el cambio político, social y económico en Euskal Herria, un país «que debe buscar su propio camino», según afirmó Etxaide.

Igor Arroyo, responsable del sindicato en Nafarroa, justificó la celebración del congreso en este herrialde como la prueba de que LAB tiene una perspectiva nacional en la que no caben «provincialismos». Recordó que 2012 es una fecha simbólica para el país, puesto que se conmemoran el 75º aniversario de Gernika y 500 años de la conquista de Nafarroa. Asimismo, sostuvo que la crisis abierta en el seno del Gobierno navarro tiene su origen en la movilización y «las huelgas y las protestas que ha impulsado LAB junto con otros agentes». Nafarroa, según Arroyo, se encuentra ante una encrucijada y es importante busque su propio camino, porque «se ha visto ya que una Nafarroa aislada y sometida a Madrid queda en manos de la patronal y la élite económica».

La carta de Rafa Díez

El momento más emotivo de la cita fue la lectura de una carta del exsecretario general del sindicato, Rafa Díez, escrita desde la cárcel de El Dueso. Díez defendió el trabajo realizado junto con Arnaldo Otegi y los procesados por Bateragune, porque que ha servido para «proyectar el capital político de la izquierda abertzale a un escenario que nosotros y nosotras teníamos que abrir, definir y dibujar sin esperar a estar subordinados a las posiciones de los Estados». La misiva fue leída por Txutxi Ariznabarreta.

El colectivo de presos también ocupó un lugar destacado en la primera jornada del Congreso, que finaliza hoy. Desde el estrado se leyó otra carta, en la que el EPPK llamó a los trabajadores y a los miembros del colectivo a trabajar fuertes en la lucha y seguir firmes. También pidió a los trabajadores vascos que respalden las decisiones que tomen los interlocutores del colectivo, ya que los presos son una consecuencia del conflicto y tienen un papel en el proceso que se ha abierto en Euskal Herria.