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El aborto, a debate

El obispo de Baiona, Marc Aillet, ha organizado y presidido el coloquio ‘Por la vida’, que ha reunido en Biarritz el fin de semana pasado a referentes ultra-católicos contra el aborto venidos de todo el mundo. A las puertas de ese foro se han reunido cientos de personas para proclamar «libertad, igualdad y laicidad».

Cientos de manifestantes ante el congreso ‘Por la vida’. Maia SUOMI

El Bellevue de Biarritz fue testigo del coloquio contra el aborto, ‘Por la vida’, organizado por el obispo de Baiona Marc Aillet. Durante los pasados 30 de noviembre y 1 de diciembre el foro congregó a un gran número de católicos del ala más reaccionaria del ámbito internacional. Ante dicho evento la sociedad civil de Ipar Euskal Herria se unió para crear el Colectivo por la Libertad de Elección y organizó una concentración ante el foro que reunió a más de 600 personas de ámbitos muy diferentes.

El obispo Marc Aillet es representante de una de las alas más conservadoras de la iglesia católica que apoya, entre otras cosas, volver a las misas en latín. Su llegada al obispado de Baiona en el año 2008 estuvo seguida de varias polémicas. Entre ellas tuvo un gran eco su intento de prohibir la Gay Pride que se celebra anualmente en Biarritz.

El foro acogió a un gran número personas conocidas por sus ideologías ultraconservadoras. Tomaron la palabra 23 participantes de seis Estados diferentes: los Estados francés y español, Rusia, Canadá, Vaticano y Estados Unidos. Entre ellos se encontraba el obispo de Bilbo, Mario Iceta, conocido por liderar la lucha antiaborto en el Estado español. Jean Laffite, secretario del Consejo Pontificio para la Familia del Vaticano y miembro de la Comunidad de Emanuel, cercana al Opus Dei, habló de la familia. También participó en el foro la joven de 24 años Lila Rose, presidenta y creadora de la asociación Live Action, conocida por su lucha contra los centros de aborto, a los que entra con cámara oculta para mostrar después las imágenes en la televisión. El discurso científico vino de la mano del sacerdote Tadeusz Pacholcyzk, del Centro Nacional Católico de Bioética de Estados Unidos.

Oficialmente, el objetivo del coloquio era sensibilizar a la opinión pública, suscitar el interés de los políticos, los programas de salud pública ante la promoción de la vida y la educación de los jóvenes en el amor y la vida. Pero ante este debate, varios miembros de las asociaciones de Ipar Euskal Herria vieron un intento de participar en las decisiones políticas a través de un grupo de presión. Es por ello que un colectivo muy diverso de asociaciones, sindicatos y partidos se reunió para hacer frente común y «defender nuestras leyes, nuestros derechos y nuestra igualdad. Afirmar nuestros valores, nuestras elecciones y nuestra libertad».

Cambios legislativos

El coloquio se ha realizado en un momento en el que la llegada del Partido Socialista al Gobierno francés va a provocar varios cambios en las políticas criticadas por los participantes en el coloquio. Entre ellas se encuentran el proyecto de ley del matrimonio para personas del mismo sexo, el pago del coste total del aborto por parte del Estado y un dispositivo ampliado al acceso a la contracepción para los menores y los jóvenes mayores de edad.

El colectivo por la Libertad de Elección ha reunido a más de una treintena asociaciones, sindicatos y partidos políticos de los ámbitos más diversos. Entre los organizadores se encuentran tanto la asociación LGTB de Ipar Euskal Herria Les Bascos, varias asociaciones feministas como el Planning Familial o Euskal Herriko Bilgune Feminista, asociaciones de laicos católicos como Baptisé 64 y de ámbitos tan dispares como ATTAC, Cimade o Sare Antifaxista.

También fue notoria la participación de los partidos políticos, entre los que se encontraban PS, Batasuna, PCF, Abertzaleen Batasuna, NPA o el Frente de Izquierda. Sindicatos como Sud Santé o Union Syndicales Solidaires también se adhirieron a las reivindicaciones.

El enfrentamiento entre ambos sectores de la sociedad fue patente durante la semana anterior al foro ya que un grupo de antifascistas, que forma parte del colectivo, puso carteles en las calles de Baiona en los que aparecía una imagen del obispo sobre la que estaba escrito ‘Persona dañina’. Ante esto, el Observatorio de la Cristianofobia anunció que iba a poner una denuncia. La gran mayoría del colectivo se desmarcó de dicha acción pero siguió unida de cara a la gran concentración celebrada el sábado y de la cual se quiere seguir una colaboración que continúe más allá del coloquio.