El líder kurdo Abdullah Oçalan pide al PKK «que callen las armas y hablen las ideas»
El líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Oçalan, ha llamado a los combatientes kurdos a que «callen las armas» y se replieguen del territorio controlado por Turquía. «Ha llegado la hora de que prevalezca la política», ha afirmado, a través de una carta leída por el líder del BDP ante cientos de miles de personas en Diyarbakir.
El encarcelado líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Oçalan, ha hecho un llamamiento a los comatientes kurdos a que abandonen las armas y se retiren de Turquía.
En un mensaje leído por dos diputados del partido BDP ante cientos de miles de personas en Diyarbakir, la capital de Kurdistán Norte, Oçalan ha afirmado: «Dejad las armas y marchaos fuera de las fronteras (de Turquía)».
«Hoy es el inicio de un nuevo tiempo. Un tiempo en el que comienzan los derechos democráticos, la libertad y la igualdad. Las armas deben callar», afirma el mensaje, leído en kurdo y en turco, durante la celebración del Newroz, festividad del Año Nuevo kurdo.
«El derramamiento de sangre turca y kurda se detendrá. No serán las armas sino la política la que hable», ha recalcado.
«Este no es un tiempo de guerra, sino de alianzas y compromisos», prosigue el texto del carismático líder del PKK, de 63 años.
Este histórico anuncio abre la puerta a la solución del conflicto entre kurdos y turcos, que ha costado la vida a más de 45.000 personas en las últimas tres décadas.
El fundador del PKK, levantado en armas en 1984, ha sondeado en las últimas semanas con los servicios secretos turcos las condiciones para un futuro proceso de paz con el Estado turco.
Esos contactos previos fueron confirmados hace semanas y ambas partes habían reconocido «avances positivos».
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, dio garantías semanas atrás de que el Ejército no atacaría a los milicianos durante un posible repliegue a Kurdistán Sur, bajo administración iraquí.
En lo que a la retirada se refiere, hemos declarado que tomaremos medidas para evitar la clase de desafortunados acontecimientos que sucedieron en el pasado», añadió Erdogan, en referencia e los ataques militares sufridos por el PKK tras declarar un alto el fuego.
El PKK indica que alrededor de la mitad de sus 7.000 milicianos permanecen en el Kurdistán bajo administración turca y la otra mitad en Kurdistán sur, tras la frontera iraquí. Turquía, por su parte, estima que el número de milicianos es menor.
El anuncio se produce después de que 2012 fuera un año especialmente duro, en el que murieron al menos 140 soldados y policías turcos, así como más de 500 guerrilleros.