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Aralar ve como una «mala noticia» la imputación Sanz y desea que la justicia llegue hasta final

El portavoz de Aralar-NaBai, Txentxo Jiménez, cree una «muy mala noticia» que un expresidente del Gobierno de Nafarroa tenga que acudir a declarar como imputado, tras lo que ha deseado que la justicia llegue «hasta las últimas consecuencias».


Al ser preguntado por la declaración de Miguel Sanz como imputado en la causa que se instruye por el cobro de dietas en Caja Navarra, Jiménez ha manifestado a Efe que eso «no es bueno» para Nafarroa.

«No es bueno para la sociedad que un expresidente una vez más, y casi es algo que se repite continuamente, tenga que pasar a declarar en calidad de imputado por un comportamiento, de entrada, por lo menos sospechoso de su gestión», ha añadido.

Jiménez ha comentado que «se repite la historia y por desgracia da la sensación de que el ejercicio de la acción política en ciertos ámbitos nunca termina de ser transparente y corre riesgos de haber vuelto a cometer irregularidades», ha señalado en alusión a la imputación en su día de los expresidentes navarros Gabriel Urralburu y Javier Otano.

«Una vez que nos encontramos con esta dura realidad, lo que hace falta es depurar todas y cada una de las responsabilidades y que quien la haga pague», según Jiménez, quien ha agregado que «si Miguel Sanz, Maya, Miranda y la propia Barcina, lo han hecho tendrán que pagarlo} y eso es lo que esperan que la jueza «vaya hasta las últimas consecuencias».

El portavoz de Aralar-NaBai se ha referido también al hecho de que tanto en el Gobierno foral como en UPN se insiste en que no hay corrupción ni en uno ni en otro y en este sentido ha señalado que es «poco increíble la visión tan estrecha que tiene UPN del concepto de corrupción».

Al respecto ha dicho que «si considerar que acusaciones en calidad de imputados de comportamientos como cohecho y prevaricación en el ejercicio de lo público, habiéndose beneficiado en primera persona de dietas muy cuantiosas, no es un concepto de corrupción es una visión absolutamente ciega de lo que opina la gente de la calle», que, a su juicio, es «inadmisible».

«Ha habido corrupción y ha habido corruptelas y de lo que se trata es de depurar hasta dónde han llegado», ha concluido.