Los golpistas dan pasos para vetar al partido que obtuvo la victoria electoral en Egipto
La detención de Mohamed Badia, líder espiritual de los Hermanos Musulmanes, supuso un nuevo paso hacia la prohibición del partido que obtuvo la victoria electoral. La Cofradía ya ha nombrado un nuevo guía que defina sus próximos pasos. El nuevo borrador constitucional que sustituiría al texto aprobado en 2012 prevé vetar los grupos de raíz religiosa.
La persecución política no se detiene en el Egipto dominado por los militares golpistas. Mohamed Badia, líder espiritual de los Hermanos Musulmanes y una de sus pocas cabezas visibles que todavía quedaba en libertad, fue arrestado en la madrugada del lunes en su domi- cilio de Ciudad Nasr. La Cofradía religiosa no tardó en nombrar un sucesor. Mahmud Ezzat, uno de los segundos espadas en la sombra, tomará riendas de la organización de forma interina.
Lo hará en un momento clave en el que los Hermanos Musulmanes redefinen su estrategia. De ganar todas las elecciones celebradas en Egipto tras la caída de Hosni Mubarak han sido empujados, a golpe de represión, a una clandestinidad de facto que podría desembocar en su ilegalización. Tras una semana de protestas con un saldo de 800 muertos (según los cálculos oficiales), centenares de heridos y al menos 3.000 detenidos, las marchas han perdido fuerza, especialmente en El Cairo.
La detención de Badia había sido anunciada en diversas ocasiones, para luego terminar en desmentido. En esta ocasión no hubo dudas. La televisión estatal difundió sus imágenes en manos de las Fuerzas Especiales, tras ser arrestado cerca de la mezquita de Raba al-Adawiya, escenario de la masacre de hace una semana. De ahí fue trasladado a la prisión de Tora, precisamente el mismo centro penitenciario en el que se encuentra recluido el expresidente Hosni Mubarak. Badia llevaba en busca y captura desde el inicio del golpe de Estado, acusado de «incitación a la violencia». Ahora, junto a otros líderes de la Cofradía, se enfrenta a un proceso que comenzará el día 25.
El siguiente paso podría ser la ilegalización. Una maniobra que no deja de escucharse en las últimas jornadas y que devolvería a los Hermanos Musulmanes al lugar donde han permanecido la mayor parte de sus más de ocho décadas de historia: la clandestinidad. Esta es la conclusión que se desprende del borrador elaborado por el comité que revisa la Constitución aprobada en referéndum en diciembre de 2012 y que plantea la prohibición de las formaciones políticas de carácter religioso, lo que pone en jaque tanto a la Hermandad como a decenas de grupos formados desde 2011.
Ese será el contexto que tenga que afrontar Ezzat. Según los perfiles publicados en diversos medios, este médico de 69 años y con varias estancias en la cárcel es considerado parte del ala conservadora. A corto plazo, tendrá que definir los próximos pasos de la Hermandad. Especialmente, teniendo en cuenta que las marchas van perdiendo fuerza debido, sobre todo, al miedo a nuevas matanzas. Ayer, la web de los Hermanos Musulmanes daba cuenta de protestas en lugares como Al-Arish (Sinaí) o Suez. Ninguna en la capital.
Un juez cita a ElBaradei por «traición a la confianza nacional»
La represión política en Egipto se ha cebado, hasta el momento, con los Hermanos Musulmanes. Esto podría cambiar después del anuncio publicado ayer por el diario «Ahram» de que Mohamed ElBaradei, premio Nobel de la Paz y vicepresidente del Gobierno golpista hasta la matanza de Raba al-Adawiya de hace una semana, será citado por un juez de El Cairo. Según el mencionado medio, la demanda fue interpuesta por un profesor de Derecho de la Universidad Helwan de la capital egipcia.
La querella le acusa de «traicionar la confianza nacional» por renunciar a su cargo, que ostentaba en calidad de líder del Frente Nacional de Salvación, coalición opositora formada en diciembre entre diversos grupos contrarios a los Hermanos Musulmanes. No obstante, se trata de una acusación menor por lo que, en caso de ser condenado, tendría que afrontar una multa de 1.430 dólares.
ElBaradei se encuentra actualmente en Viena tras abandonar Egipto hace ahora tres días. Su renuncia, formalizada tras realizar duras críticas a la masacre perpetrada por los militares contra los islamistas que protestaban de forma pacífica contra el golpe, le ha generado los reproches de sus antiguos compañeros de filas. Le acusan de dar alas a las críticas contra la brutalidad de los uniformados y deteriorar la imagen del régimen golpista. Entre quienes han cuestionado al exvicepresidente se encuentra Tamarrod, promotora de la campaña de protesta que dio paso a la asonada militar.