El tribunal acepta que los jóvenes no presencien la declaración de los policías que les interrogaron
Los 36 jóvenes independentistas que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional han solicitado a la juez el permiso para abandonar la sala y no presenciar las declaraciones de los policías que les interrogaron durante el periodo de incomunicación. Los procesados han valorado que esa decisión demuestra que el tribunal «sabe que 30 de nosotros hemos sido torturados» y le han instado a que invalide la instrucción y archive el caso.
El juicio contra 36 jóvenes independentistas se ha reanudado esta mañana sin la presencia de los acusados en la sala. Los jóvenes han planteado su negativa a presenciar la declaración de sus torturadores, una posición que ha aceptado el tribunal. Antes de iniciarse la vista, la presidenta les ha eximido de seguir en la sala, instándoles a permanecer en el exterior pero a disposición de los jueces.
Los procesados han valorado que el hecho de que el tribunal les haya permitido no escuchar los testimonios de los policías demuestra «que sabe, conoce, que 30 de nosotros hemos sido torturados».
A pesar de ello, han remarcado, «los torturadores han testificado, han mentido sobre la forma (el trato a los detenidos) y sobre el fondo (la criminalización del movimiento juvenil vasco)».
En su valoración han insistido en que «si el tribunal sabe que nos torturaron, si sabe que la investigación policial y la posterior instrucción judicial no son acordes con los derechos humanos, debería invalidar toda la instrucción y archivar el caso de inmediato».
Cabe recordar que 30 de los 40 acusados que están presentes en la causa denunciaron torturas tras su arresto incomunicado. Unas demandas que, en algunos casos, todavía están abiertas. El juicio, ya con la sala vacía, ha proseguido con la declaración de los primeros guardias civiles.
Declaración de los guardias civiles
Concretamente uno de ellos ha relatado que participó en la detención de Ainara Bakedano (realizada a las puertas de la Audiencia Nacional cuando esta trataba de presentarse ante el juez) y de Jon Ziriza. Su testimonio ha ido encaminado a criminalizar la gazte asanblada de Barañain, tratando de vincularla en todo momento con Segi.
Por parte de Fiscalía y acusación popular (ejercida por Dignidad y Justicia), se ha puesto mucho énfasis en intentar contradecir las denuncias de tortura formuladas por los jóvenes. En este sentido, el agente, que ha hablado como testigo protegido, ha insistido en que las declaraciones fueron realizadas sin presiones. Pese a ello, ha sido incapaz de explicar por qué se tomó declaración a Bakedano entre las tres y las cinco de la madrugada. También ha insistido en la persecución de la gazte asanblada, que fue monitorizada por el Instituto Armado hasta que los jueces consideraron que no había motivo para actuar contra ella.
«Los ‘Billy el niño’ siguen campando a sus anchas»
Antes de dar inicio a la sesión, Itxaso Torregrosa y Oier Zuñiga, en nombre de los encausados, han dado lectura a un manifiesto donde han denunciado que «los ‘Billy el niño’ siguen campando a sus anchas en las compisarías españolas... Los ‘Billy el niño’ actual, igual que en el franquismo, a la orden de los poderes estatales», han censurado.
Han criticado que el Estado español «no cumple con los estándares internacionales para la prevención de la tortura» y que son miles las personas que han sufrido este tipo de prácticas durante «el llamado periodo democrático».
Los encausados, han dicho, «no buscamos venganza, queremos justicia y paz», y es por ello que han exigido en la Audiencia Nacional que «termine el manto de impunidad de la tortura» y se investiguen las denuncias interpuestas, ya que la mayoría de ellas «han caído en saco roto».