Las cuajadas de Betelu en la vida de Lou Reed y Fernando Saunders
Mientras se especula todavía con la causa real de la muerte de Lou Reed, y ante el silencio absoluto de su entorno familiar, el que fuera líder de la Velvet Underground continúa recibiendo muestras de cariño y admiración desde todos los puntos del planeta, incluido Azkarate y Oñati.
En Euskal Herria la influencia de la Velvet Underground ha quedado reflejada en numerosas bandas, pero en especial en Cancer Moon. En cuanto a la figura de Lou Reed, recordamos con claridad al donostiarra Rafael Berrio. Este sí tuvo una época muy «lurriana», tanto por la música, por su guitarra, como por el cuidado en las ambientaciones de los textos.
Jonan Ordorika, ingeniero de sonido en los estudios Katarain de Azkarate, es fan de Lou Reed desde los ocho años. Su hermano Ruper llevó a casa «Transformer»(publicado en noviembre del 72) y el disco le cautivó de tal forma que se convirtió en un admirador y coleccionista de toda su obra. «Una obsesión casi enfermiza», apunta Jonan.
En un concierto en Catalunya consiguió un buen sitio junto con un amigo fotógrafo que le dio bien al click. Tras acudir posteriormente a otro concierto de Reed, esta vez en Mallorca, Jonan consiguió que Lou le firmara una de esas fotos. Fue un primer contacto de esos de infarto.
Jonan también es un seguidor de Fernando Saunders, bajista de Detroit (y de Lou Reed en discos y directos) con una carrera en solitario brillante y con numerosas colaboraciones, una de ellas junto a Ruper Ordorika. En un concierto de Saunders en Donostia, Jonan le llevó un disco para que se lo firmara. Saunders quedó un tanto alucinado de que alguien tuviera un disco suyo en solitario y le invitó a pasar a camerinos. La cuestión es que Fernando Saunders terminó un buen día en la casa de Azkarate de Jonan y ahí probó las cuajadas que Jonan compraba en Betelu. Y quedó fascinado.
Desde ese momento, concierto de Saunders y Jonan con las cuajadas a mano para celebrar el bolo. Y mismas cuajadas que comió Lou Reed en un concierto en el Euskalduna de Bilbo. Ahí Jonan conoció personalmente a Reed.
En una gira de Lou Reed por Europa, este debía hacer escala en Madrid y hacer tiempo para el siguiente concierto. A Saunders se le ocurrió llamar a Jonan y se plantaron en su casa, donde las cuajadas fueron de nuevo parte de la alimentación. La comida fue en un restaurante de Tolosa, donde no consiguieron que Reed probara las alubias. Ahí también estuvo Ruper.
Reed deja un admirador en Azkarate, seguro que otro en Oñati. Y ambos le dieron la mano, compartieron mesa.