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Yatseniuk acusa a Putin de «querer hacer renacer el imperio soviético»

El primer ministro interino de Ucrania, Arseni Yatseniuk, acusó ayer al presidente ruso, Vladimir Putin, de «querer hacer renacer el imperio soviético». El viceministro de Asuntos Exteriores, Danylo Lubkivsky, evocó una posible invasión rusa «en cualquier momento». Sin embargo, el ministro de Defensa afirmó que ayer hubo una reducción de la actividad militar rusa al otro lado de la frontera. Moscú exigió «medidas urgentes» para rebajar la tensión.


El primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, afirmó ayer en Roma que el presidente ruso, Vladimir Putin, «con su ofensiva en el este y el sur de Ucrania, sueña con hacer renacer el imperio soviético». Yatseniuk regresó antes de lo previsto a su país, por lo que hoy no asistirá, como tenía previsto, a la ceremonia de canonización de los papas Juan XXII y Juan Pablo II.

Horas antes, el viceministro de Asuntos Exteriores, Danylo Lubkivsky, sostuvo en la ONU que Ucrania se enfrenta a una posible invasión rusa «en cualquier momento» y advirtió de que se defenderán.

No obstante, el ministro de Defensa, Mijaíl Koval, informó de que ayer ser produjo una reducción de la actividad militar rusa al otro lado de la frontera, aunque las tropas de Moscú se acercaron hasta 2 y 3 kilómetros de la línea de demarcación.

«Al mediodía cuatro aviones de transporte Il-76 volaron junto a nuestra frontera, pero en ningún momento la cruzaron», dijo. En un primer momento, tanto el Pentágono como Kiev acusaron a Rusia de haber violado el espacio aéreo ucraniano.

El Ministerio de Defensa ruso no tardó en desmentir la información difundida por el Pentágono. «Los medios de control rusos del espacio aéreo no han detectado ninguna violación de las fronteras aéreas de los estados vecinos de Rusia, incluida Ucrania», aseguró un portavoz de Defensa citado por la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti.

Según Defensa, «son alegaciones populistas, sin información sobre el momento y lugar concretos del incidente ni datos sobre la altitud, velocidad y dirección de los supuestos aparatos invasores». «Da la impresión de que los colegas estadounidenses lo soñaron», ironizó el representante de la Defensa rusa.

En opinión de Moscú, «declaraciones como estas de representantes oficiales del Pentágono complican todavía más la situación en la región y, claro está, no ayudan a reducir las tensiones en Ucrania».

El ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, trasladó a su homólogo estadounidense, John Kerry, la necesidad de adoptar «medidas urgentes» para rebajar la escalada de tensión y el tono de las acusaciones.

«En primer lugar hay que poner fin a la operación militar contra los participantes en las protestas», manifestó.

Según la nota de prensa de la Cancillería rusa, en la conversaciones telefónica que mantuvo con Kerry, Lavrov le pidió «castigar las acciones agresivas de los ultranacionalistas ucranianos de Sector de Derechas».

Fuentes de la milicia de la autoproclamada República Popular de Donetsk informaron a RIA-Nóvosti de que un grupo de hombres armados atacó, tras descender en helicóptero, un puesto de control de milicias prorrusas cerca de la localidad de Soledar, en Donetsk.

Más sanciones a Rusia tras la retención de observadores

Los líderes del G-7 acordaron ayer imponer urgentemente más sanciones a Rusia por la crisis en Ucrania y, en respuesta, por la retención de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). «Las autoridades rusas nunca condenaron a estos terroristas y este es el signo claro de que el régimen ruso apoya a estos gángsters», dijo el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk.

El ministro de Exteriores ruso, sin embargo, aseguró que estaba trabajando para resolver la crisis de los observadores, de la que culpó a Kiev por no garantizar la seguridad de la misión en «áreas donde las autoridades no controlan la situación y donde se ha desplegado una operación militar contra los residentes de su propio país». Los observadores, entre los que hay ciudadanos de Alemania, Suecia, Dinamarca, Polonia y la República Checa, junto a varios oficiales del Ejército ucraniano que los acompañaban en la misión liderada por Alemania, fueron retenidos el viernes.

El enviado de Rusia a la OSCE dijo que Moscú daría todos los pasos para liberarlos. Los milicianos prorrusos invitaron ayer a periodistas rusos a un edificio de seguridad local donde mostraron identificaciones militares que dijeron que probaban que los detenidos estaban espiando para la OTAN. GARA