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Madrid compra misiles israelíes tras congelar la venta de armas a Tel Aviv

Al mismo tiempo que anunciaba que no vendería armas «temporalmente» a Israel a causa de las matanzas perpetradas en Gaza, el Gobierno español amplió un crédito para financiar proyectos armamentísticos que incluyen la adquisición de proyectiles con denominación de origen hebrea.


Al mismo tiempo que anunciaba que no vendería armas «temporalmente» a Israel a causa de las matanzas perpetradas en Gaza, el Gobierno español amplió un crédito para financiar proyectos armamentísticos que incluyen la adquisición de proyectiles con denominación de origen hebrea. Concretamente, misiles Spike, que Tel Aviv utilizó, al menos, durante la operación «Plomo Fundido», desarrollada entre diciembre de 2008 y enero de 2009 y que provocó la muerte de 1.300 palestinos.

Apenas transcurrieron 24 horas desde que el Ejecutivo de Mariano Rajoy tomó la decisión de congelar la exportación de material militar (el 31 de julio, aunque lo comunicó el pasado 5 de agosto) hasta la aprobación de un decreto ley que dota con 883 millones a Defensa para financiar los Programas Especiales de Armamento, bajo el argumento de los «compromisos» adquiridos con la compañías bélicas. Una contradictoria estrategia que trata, al mismo tiempo, de distanciar públicamente a Madrid de la ofensiva israelí sobre Gaza mientras sigue comprado armamento hebreo, que tiene su banco de pruebas en los ataques a Palestina.

Es cierto que el anuncio de congelar la venta de armas durante el mes de agosto constituye la primera censura pública de las prácticas de Israel desde que Madrid y Tel Aviv establecieron relaciones en la época de Felipe González. Sin embargo, no pasa de tener un impacto «simbólico», según indica el investigador Alejandro Pozo, coautor del informe «Defensa, Seguridad y Ocupación como negocio», elaborado en febrero por el Centro Delàs y en el que se analiza el papel de la industria armamentística en la ocupación de Palestina. En la práctica, la anunciada suspensión de ventas no tiene un efecto real más allá de la retórica. En primer lugar, porque en 2013 el Gobierno español vendió material bélico a Tel Aviv por un total de 4,9 millones de euros, lo que apenas tiene impacto en las cuentas de ambos estados. En segundo, porque en setiembre el órgano estatal que regula estas operaciones se volverá a reunir y podría revocar la paralización. Además, hay que tomar en cuenta que el comercio de material de Defensa está sujeto a una autorización estatal previa y, como recoge el informe del centro Delàs, en el período entre 2003 y 2012 solo se llevó a cabo el 27,7% del total de solicitudes aprobadas, lo que lleva a pensar que las exportaciones, ya con el visto bueno del Gobierno sobre el papel, podrían multiplicarse en los próximos años.

Planes especiales por decreto

La «cara B» de esta maniobra tiene que ver con las importaciones. Aquí, camuflada dentro de una ampliación de crédito que llega hasta los 883 millones de euros, se encuentra el pago de misiles Spike aprobado por el último consejo de ministros antes del verano. Para los proyectiles hebreos, el Ejecutivo ha destinado, en esta ocasión, 22,9 millones de euros. Sin embargo, el proyecto podría tener un volumen de negocio más de 300 millones en el período entre 2006 y 2022, según los análisis realizados por el Centro Delás.

Los misiles Spike fueron ideados por Rafael, uno de los gigantes de la industria armamentística israelí. No obstante, la fabricación y comercialización en el Estado la desarrolla la General Dynamics European Land Systems-Santa Bárbara Sistemas a través de un acuerdo de transferencia de tecnología. Otra empresa española, Tecnobit, se encarga del suministro y mantenimiento, aunque bajo licencia de Rafael. Human Rights Watch ya vinculó el uso de estos proyectiles con la muerte de cerca de un centenar de civiles durante «Plomo Fundido».

No es sorprendente que Madrid use el tiempo de descuento del curso para dotar con más dinero a los programas especiales de armas. A su ve,z un mecanismo opaco iniciado en los años 90 y que, mientras que dificulta rastrear el presupuesto total destinado a Defensa al dividir las partidas, beneficia a las empresas. Entre los mecanismos empleados está destinar cifras irrisorias en los Presupuestos Generales para después, vía decreto-ley, completar lo ya pactado con las compañías. Así lo hizo el Gobierno español en 2012, cuando amplió el crédito en 1.782 millones. En 2013 fueron 877, de los que 34,58 se destinaron a los Spike. Pero este año, además, la ampliación del crédito coincide con la masacre perpetrada por Israel en Gaza.

Israel es el sexto suministrador mundial de armas al Ejército español según los datos del ministerio de Defensa, que cifra en 70 millones de euros (3% del total) el volumen de negocio tanto en como 2011 y 2012. La opacidad y las asociaciones empresariales entre Madrid y Tel Aviv apuntan a que las cifras podrían ser mucho mayores.

 

La desaparición del logo de Ertzaintza y Policía Foral de una web

La empresa Guardian Homeland Securtiy, una de las compañías privadas dedicadas al entrenamiento policial y a la exportación de las técnicas aprendidas durante la ocupación de Palestina a otros uniformados, ubicaba a la Ertzaintza y a la Policía foral como dos de los cuerpos a los que había asesorado. Lo hacía en su página web, donde también se jactaba de proporcionar preparación a Policía española, Guardia Civil, Mossos d´Esquadra e incluso a la casa del jefe de Estado español. Este tipo de compañías son muy populares en Israel. Suelen estar en manos de antiguos oficiales del Tzahal (acrónimo en hebro de «Fuerzas de Defensa de Israel») y ofrecen entrenamiento militar tanto a cuerpos policiales extranjeros como a consumidores particulares. Tras la emisión, a principios de año, de un vídeo en el que se denunciaba las vinculaciones de Mossos, Ertzaintza y Policía Foral con Guardian Homeland Security, los logos de las tres policías han desaparecido de la web. Un indicio de que quizás hayan terminado sus contratos o, lo que es más probable, sepan que asociar su imagen con este tipo de empresas deteriora aún más la percepción social sobre estos cuerpos policiales. A.P.

Arsenal «probado en combate» como garantía

Pap Tecnos, filial española de la armamentística israelí Rafael desde que fue adquirida en 2010, anuncia, incluso hoy en día, que el material que oferta ha sido «probado en combate». Es decir, que los servicios de logística, ingeniería o formación destinados a la guerra (desde materiales para blindados hasta planes de vigilancia) ya han sido empleados en alguna operación militar hebrea contra los territorios palestinos.

No es la única empresa bélica israelí que utiliza esta baza. Las principales compañías del Estado sionista que hacen negocio con la guerra, como Elbit Systems o IMI, han convertido los territorios ocupados en el laboratorio donde desarrollar sus armas y municiones, así como los «drones», aviones no tripulados que se han convertido en uno de sus «productos estrella». Este hecho ha impulsado al sector hasta constituir una de las principales fuentes de ingresos de la economía de Tel Aviv. De hecho, tal y como indica el informe «Defensa, Seguridad y Ocupación como Negocio», las tres cuartas partes de lo que Israel produce se exporta a otros países, convirtiéndose así en el estado que más armas por habitante vende en el mundo.

Entre los productos bélicos que compañías israelíes venden o han vendido en los últimos años al Ejército español están los sistemas de drones (suministrados por IAI), la modernización del F-5 (IAI), los misiles Spike (Rafael), cámaras térmicas (Elbit Systems), plataformas para blindados (Rafael), sistemas de mortero Cardom (Elbit) o radares (IAI). Las compras, especialmente desde la guerra de Líbano (2006) y la operación «Plomo Fundido», no han hecho sino aumentar. Y eso que las cifras totales no están disponibles, ya que buena parte del presupuesto se distribuye entre Defensa e Industria. De todos modos, según los datos recogidos por el centro Delás, «durante los ataques a Gaza, España exportó 200.330 euros en municiones a Israel e importó munición de guerra de Israel por valor de 1,6 millones de euros en diciembre de 2008 y de 67.000 euros en enero de 2009. Además, en los dos meses posteriores al ataque, importó de Israel más de 10 millones en municiones y proyectiles».

Los negocios militares, en un estricto sentido de la palabra, no son los únicos en que destacan las empresas israelíes. La lógica securócrata que se ha impuesto a nivel internacional en los últimos años ha incrementado también el peso de esta industria, amparada por la retórica de la «lucha antiterrorista». Esto tiene que ver tanto con la venta directa de materiales empleados en vigilancia, por ejemplo cámaras o sistemas de seguridad, como en la proliferación de expertos en «Homeland Security», término que engloba a todo tipo de empresas que se benefician tanto de la retórica «antiterrorista» como de la progresiva privatización de la seguridad.

«La industria de ocupación no sería viable sin las compras que le hacen otros estados a Israel», afirma Alejandro Pozo, que señala que el Estado israelí es «puntero» en el negocio de la guerra «porque tiene banco de pruebas, realiza ensayos y no se esconde». A.P.

EN CIFRAS

4,9 millones de euros exportó el Gobierno español a Israel en concepto de armamento y material de «doble uso (civil y militar)» en el ejercicio de 2013.

6º. Israel es el sexto país del mundo en el ranking de volumen de exportación de armas al Estado español, solamente superado por el Estado francés, Turquía, Gran Bretaña, Alemania y EEUU.

300 millones de euros desembolsará el Gobierno español a cambio de los misiles Spike en el plazo comprendido entre 2006 y 2022.

19 programas de armamento especial tiene desarrollados actualmente el Ministerio español de Defensa. Implican ventajas económicas para las empresas armamentísticas.

100 Cerca de un centenar de palestinos (de un total de 1.400) murió por efecto de los misiles Spike durante la operación denominada «Plomo Fundido», entre 2008 y 2009.