EH Bildu iniciará contactos para «articular respuestas a la negación a Catalunya»
EH Bildu iniciará una ronda de contactos con agentes políticos vascos para tratar de «articular respuestas desde Euskal Herria a la negación que están recibiendo en Catalunya».
El presidente de Sortu y parlamentario de EH Bildu Hasier Arraiz ha declarado que el «no» a Catalunya es también «un no a Euskal Herria» y, por ello, ha anunciado que la coalición independentista va a iniciar una ronda de contactos con el resto de agentes políticos vascos para «tratar de articular respuestas desde Euskal Herria a esa negación que está recibiendo Catalunya y que sentimos como propia los vascos».
En una entrevista en Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Arraiz ha asegurado que «los agentes políticos vascos no pueden dejar solas a las instituciones catalanas en este camino que están haciendo junto a su ciudadanía para hacer a los ciudadanos catalanes únicos dueños del futuro político de su país».
«El no a Cataluña es un no a Euskal Herria», ha insistido Arraiz, quien ha señalado que «cualquier agresión, cualquier negación, cualquier prohibición a Catalunya es una prohibición, una negación, una agresión a Euskal Herria».
Arraiz ha planteado que «ahora mismo es imprescindible dejar a Madrid a las claras que los catalanes no están solos», sino que «los vascos también estamos ahí», y decir a Mariano Rajoy que «no tiene un problema solo con Catalunya» en un «ambiente de unidad de acción».
Ha considerado como «uno de nuestros mayores déficits» que no se haya sido capaz de «crear esa unidad de acción que ha sido posible en Catalunya o Escocia».
El dirigente abertzale ha censurado que, frente a la «apuesta por el diálogo y la negociación» del Gobierno británico, el Ejecutivo español «opta por la negación y la intransigencia» con un modelo «autoritario y antidemocrático».
Por ello, ha considerado que, teniendo en cuenta que «no hay voluntad ni siquiera de dialogar ni de reconocer a la otra parte como tal, abonarse al pactismo es decir que no tienes voluntad de hacer ese camino» y, por tanto, existe «necesidad de una ruptura» y «el camino tiene que ser necesariamente unilateral, basado en la voluntad de la ciudadanía vasca».