El presidente de Volkswagen anuncia un ajuste «doloroso» para hacer frente al escándalo
El nuevo presidente de Volkswagen, Matthias Müller, ha anunciado que el grupo debe realizar «ahorros drásticos» y que, por tanto, revisará su plan de inversiones para hacer frente a las consecuencias financieras del escándalo de la manipulación de emisiones. El presidente del comité empresa de la planta de Landaben ha enviado un mensaje de tranquilidad y asegura que se mantendrá el empleo y las inversiones.
Ante 20.000 empleados y representantes de los trabajadores de sus plantas en todo el mundo reunidos en asamblea en la sede central de Wolfsburgo (norte de Alemania), Müller ha advertido de que la empresa debe realizar «ahorros drásticos» y ha asegurado que «se hará todo lo posible» para mantener los puestos de trabajo.
«Seré muy claro: esto va a ser doloroso», ha manifestado tras avanzar que se reajustará el plan de eficiencia diseñado por su predecesor, Martin Winterkorn, quien ha dimitido por el escándalo.
Ello implicará revisar todas las inversiones previstas y «cancelar o aplazar las que no sean estrictamente necesarias».
El mayor fabricante de vehículos del mundo en el primer semestre de este año, con 600.000 empleados, había anunciado en 2014 un plan de inversiones de 85.600 millones de euros entre 2015 y 2019 para desarrollar nuevos modelos y tecnologías más eficientes y respetuosas con el medioambiente.
«Inmensos daños financieros»
En un discurso a puerta cerrada que ha sido resumido por el grupo en un comunicado, Müller ha señalado que todavía no se pueden prever «los inmensos daños financieros» que puede generar la manipulación de los motores diesel de once millones de vehículos y ha prometido una aclaración «rápida y sin miramientos» de lo sucedido.
El objetivo, clave para el futuro del grupo, es recuperar la confianza de clientes e inversores, punto con el que ha concidido el presidente del comité de empresa del grupo, Bernd Osterloh.
En opinión de Osterloh, es «una buena noticia» que por el momento no haya consecuencias en el empleo, aunque todavía no puede saberse si la manipulación afectará a medio o largo plazo a los puestos de trabajo.
«Como comité de empresa vigilaremos que esta crisis causada por un círculo de directivos no se cargue sobre las espaldas de los trabajadores», ha afirmado ante sus compañeros y después también ante los medios de comunicación.
Tanto Müller como Osterloh han subrayado la necesidad de que los recortes en las inversiones no pongan en cuestión el futuro de Volkswagen, aunque la empresa no ha facilitado detalles de los proyectos o plantas que podrían verse afectadas.
Nafarroa
El presidente del comité de empresa de Volkswagen Nafarroa, Alfredo Morales, de UGT, quien desde Alemania, donde participa en el comité mundial de la firma automovilística, ha enviado un mensaje de «tranquilidad» para los trabajadores de la planta de Landaben.
El presidente del comité de empresa ha afirmado que la planta navarra no va a tener más afección que «las posibles consecuencias de que el cliente no vaya a comprar el coche».
Morales ha señalado que «es cierto» que el nuevo presidente «ha dicho que se van a revisar todas y cada una de las inversiones» pero ha asegurado que este anuncio «entra dentro de ese contexto de la normalidad» tras la renovación de la dirección.
«Va a haber una revisión de cada una de las inversiones para ver su viabilidad, pero, en ese sentido, nosotros mucha tranquilidad, porque si alguna empresa ha demostrado que tiene una viabilidad importante es la nuestra, Volkswagen Navarra», ha precisado. «En ese sentido, estamos muy tranquilos», ha apostillado.
El sindicato LAB ha remitido un correo a la dirección de Volkswagen en Nafarroa y las demás centrales sindicales en la factoría para reclamar la convocatoria urgente de la citada reunión con el objeto de que «se traslade toda la información de la que disponga la dirección».
«Nos parece totalmente inadmisible y fuera de lugar –agrega el escrito–, que todas las informaciones sobre el fraude cometido en los motores diésel y sus posibles consecuencias, no nos las traslade la dirección de este centro y seamos conocedores a través de la prensa».
Soluciones técnicas
Respecto a los pasos que se están dando desde que el escándalo saltó a los medios, el presidente de Volkswagen ha señalado que en breve la empresa comunicará a las autoridades soluciones técnicas para subsanar las manipulaciones y solicitará la autorización pertinente para aplicarlas.
Según ha avanzado, en algunos casos será suficiente una modificación del software, pero en otros se necesitará reparar el hardware.
«Mantendremos informados a nuestros clientes en todo momento sobre las medidas y se acordarán citas con los talleres», ha explicado.
«Podemos superar esta crisis y lo lograremos», ha asegurado Müller a los trabajadores.
Según ha reconocido hasta el momento la empresa, la manipulación en motores diesel detectada por las autoridades medioambientales estadounidenses afecta a unos once millones de vehículos, ocho de los cuales obtuvieron el permiso para circular en territorio de la Unión Europea.
El software trucado se encuentra en cinco millones de turismos y 1,8 millones de furgonetas de la marca Volkswagen; 2,1 millones de audis; 1,2 millones de skodas y 700.000 coches de Seat.
El consejo de supervisión de Volkswagen, órgano de vigilancia existente en las grandes empresas alemanas, se volverá a reunir en Wolfsburgo este miércoles, cuando se cumple el plazo que dio el Gobierno alemán al consorcio para presentar un calendario para subsanar las manipulaciones.