Denuncian que el Obispado niega a las víctimas del 3 de Marzo usar la iglesia para hacer un memorial
La Asociación de Víctimas del 3 de Marzo ha denunciado que el Obispado de Gasteiz no les da permiso para usar la iglesia de San Francisco dentro de los actos que organizará en 2016 con motivo del 40 aniversario de la masacre.
En una comparecencia de prensa, la asociación ha reclamado «colaboración» al Obispado porque este templo «es referencial» en la historia de Gasteiz y un espacio «clave» en la memoria del 3 de marzo, ya que fue escenario de la asamblea obrera que acabó siendo «gaseada» y disuelta a tiros por la policía en 1976.
Durante la intervención policial, cinco trabajadores murieron por disparos y decenas de personas resultaron heridas.
El próximo 3 de marzo se cumplen 40 años de aquellos hechos y la asociación que reclama verdad, justicia y reparación para las víctimas está organizando un memorial, que incluye diversas acciones, todas ellas dirigidas a impulsar la lucha contra el olvido y las reivindicaciones de los afectados.
Según han explicado los organizadores, el memorial compaginará arte y memoria en un recorrido guiado por el contexto de 1976, con varias intervenciones artísticas en el mismo barrio donde ocurrieron los hechos.
Así, han anunciado que el barrio de Zaramaga se convertirá en un memorial interactivo en el que se recreará el ambiente de las calles, el mercado, la fábrica o un bar de la época y cuyo colofón iba a consistir en la proyección de un trabajo audiovisual en el interior de la iglesia de San Francisco, entre cuyas paredes se refugiaban los trabajadores reunidos en asamblea.
Cuestión de voluntad
Han indicado que su intención es que las acciones que se lleven a cabo en el templo sean «puntuales», reducidas a un espacio muy concreto y a los días y horarios acordados para las visitas guiadas. Han opinado que puesto que la iglesia está cerrada al culto desde hace casi un año, «el llegar a un acuerdo es solo cuestión de voluntad».
Según han dicho, contaban desde hace meses «con el visto bueno de los sacerdotes de la parroquia», pero al ir a concretar algunos aspectos técnicos con las autoridades eclesiásticas han recibido la negativa para su uso.
«Por mucho que hemos intentado explicar el proyecto y nuestra entera disposición a ajustar el mismo, no hemos conseguido ni siquiera reunirnos con el vicario general de la Diócesis, Fernando Gonzalo Bilbao, dado que el actual obispo está dimitido –según aseguran– y se está a la espera de nombrar uno nuevo».
Tras cumplir 75 años, Miguel Asurmendi presentó su renuncia al cargo, tal y como establece el Derecho Canónico, y está a la espera de que el Vaticano nombre a su sucesor.
Desde la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo han opinado que «el vacío de autoridad en la Diócesis de Vitoria que se aduce no puede ser una excusa para negar el uso del templo ya que se puede tomar una decisión temporal hasta que el nuevo obispo tome la definitiva».