Rodrigo Londoño, ‘Timochenko’: «Que este sea el último día de la guerra»
El líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, 'Timochenko', ha sostenido que el acuerdo para el alto el fuego bilateral y definitivo y la dejación de armas no supone que una de las partes se haya impuesto a la otra o que una de ellas sea «vencida» y ha reiterado su deseo porque sea «el último día de la guerra».
En su intervención en La Habana tras la firma histórica del acuerdo que han protagonizado él y el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, Timochenko ha comenzado y terminado con un deseo: «Que este sea el último día de la guerra».
El líder de las FARC ha resaltado que «los únicos sueños que logran alcanzarse son los que se intentan» y ha incidido en que lo firmado hoy «nos deja a las puertas de concretar en un plazo relativamente breve el acuerdo final que nos permita retornar al ejercicio político legal mediante la vía pacífica y democrática».
Timochenko ha sostenido que la guerrilla se vio «obligada a optar por la vía revolucionaria» y ha lamentado que «Colombia se habría ahorrado muchos muertos, sangre y devastación si en lugar de atender las voces fanáticas que llamaban a la guerra se hubiera escuchado a aquellos que llamaban al » y a una democratización del escenario político en un ambiente de tolerancia y respeto por la diferencia.
Según el líder guerrillero, «los miles de hombres y mujeres alzados en armas llegaron a poner en serios aprietos al Estado colombiano pero nunca dejaron de hablar de paz» como lo demuestran los varios intentos frustrados en los sus 52 años de historia.
«Ni las FARC ni el Estado son fuerzas vencidas, lo pactado no puede interpretarse como imposición de una parte a la otra», ha recalcado. En este sentido, ha advertido a quienes se muestran contrarios al proceso de paz y «niegan la importancia de lo pactado» en que «más allá de un pobre favor hacen un daño inmenso a Colombia, a la vida y la esperanza de su pueblo».
El líder de las FARC ha reconocido que aún quedan algunos asuntos por resolver antes de la firma del acuerdo de paz, del que «estamos muy cerca». «No será todo de color de rosa y seguramente habrá que luchar porque se cumpla integralmente lo firmado», ha admitido.
A este respecto, ha dejado claro que el acuerdo sobre garantías de seguridad para la desmovilización de la guerrilla y la lucha contra los grupos delictivos y los antiguos paramilitares al que se ha comprometido el Ejecutivo, sea «una realidad so pena de conducir el resultado final al fracaso histórico».
Timochenko también ha aprovechado para refutar a quienes durante todo el proceso han estado defendiendo que «las FARC pretendemos seguir armadas y hacer política», remitiéndose al acuerdo suscrito que prevé que el proceso de dejación de armas se llevará a cabo en un plazo de 180 días después del acuerdo de paz.
«Claro que las FARC haremos política, esa es nuestra razón de ser», ha replicado, prometiendo que lo harán en un futuro «con los mismos derechos y garantías que los demás partidos». Así, ha sostenido que la guerrilla «está llamada a jugar un importante papel en aras de la reconciliación y el desarrollo del país».
Asimismo, ha querido recordar la figura de Hugo Chávez y su papel en la consecución de la paz.