A Santander, ir, ganar y volver
Los rojiblancos solventan en la ida gracias a dos goles del enrachado Raúl García en un partido de mucha brega y poco fútbol.
RACING DE SANTANDER 1
ATHLETIC 2
Al oeste de Cantabria, el Sporting tiene su particular derbi con el Oviedo; al este, el Athletic no tenía bastante con sus históricas rivalidades frente a la Real y Osasuna, que ha sumado ahora a Eibar y Alavés. Así que el Racing de Santander, huérfano de ‘clásicos’ por aquello de que la Gimnástica de Torrelavega nunca ha querido subir a Primera, tuvo que buscarse su propia rivalidad con el vecino vizcaino, algo así como hizo el Zaragoza con los rojillos de Iruñea. ‘Duelo del Norte’ lo han bautizado los cántabros, sinónimo de ese fútbol de antes, del que representaban el duro Sañudo y el habilidoso Manu Sarabia, intérpretes del logrado spot con el que el club del Sardinero ha promocionado este duelo copero. El ‘chirimiri’ –que teclean en Cantabria– del citado anuncio no hizo acto de presencia anoche, sí la pelea sobre el verde, la disputa por cada balón, pero de fútbol, fútbol del otro, más bien poco. Lo mejor, el marcador gracias al estado de gracia de Raúl García, una vez más salvador.
Vecinos regularmente avenidos –a alguno todavía le recorcomerá aquel exabrupto del presidente cántabro Miguel Ángel Revilla cuando tildó al Athletic de «xenófobo» y «excluyente» allá en 2006–, el autobús con la expedición rojiblanca fue recibido a su llegada al campo con el lanzamiento de vasos de plástico, bebidas incluidas, y golpes de palos de banderas en los cristales... a pesar de la custodia de la Policía española. Luego, en la segunda mitad, el aburrimiento, la impotencia o seguramente la falta de luces, llevó a parte de la grada a entonar el clásico «puto vasco el que no bote», que acabó, para no variar con la Policía entrando en la zona que acogía a seguidores rojiblancos. En fin. El Duelo del Norte y tal y tal...
Los racinguistas acordes de ‘‘La Fuente del Cacho’’ recibieron a los dos equipos, en el caso del bilbaino con unos cuantos cambios, los ‘castigados’ Aduriz y Raúl García titulares, e Iraizoz de nuevo defendiendo la meta un año y nueve meses después de su último partido copero, aquel 0-2 al Espanyol en semifinales.
Peor la segunda mitad
Primeros minutos alocados, el balón como si se hubiera tragado un conejo, Ernesto Valverde con su habitual ceño fruncido, primeras protestas de Aduriz tras golpear en su salto al excachorro Mikel Santamaría, y en ese interín donde nadie ponía cordura a la pelota, apareció el enrachado Raúl García. Falta al área, Etxeita la pelea, Laporte remata sin dejarala caer y el despeje apurado del cancerbero ex del Sestado Raúl la deja muerta para que el navarro haga su cuarto gol consecutivo en otros tantos partidos. El Athletic no solo encarrilaba el marcador sino que pasaba de manera nítida a llevar el peso del choque, pudiendo aumentar su ventaja en un pase en bandeja del exccolchonero que Susaeta malogró y en una doble ocasión de Aduriz que la madera truncó.
La superioridad rojiblanca se plasmaba en la ausencia de acercamientos santanderinos a las inmediaciones de un Iraizoz que en la primera llegada local iba a encahar gol. Minuto 22, un taconazo en banda descolocada a la zaga vasca, despeje en falso y desde la frontal del área Javi Cobo igualada la contienda.La primera en la frente que, por suerte, iba a desnivelar de nuevo el mejor rojiblanco, Raúl García, que hacía el segundo de testarazo a centro medido desde el lateral que se sacó del baúl de los recuerdos Susaeta. Golazo del navarro que más allá de estar de dulce no dejó nunca de abarcar terreno y fajarse presionarndo al rival como si de la semifinal se tratara.
Partido controlado de ahí al descanso, que a punto estuvieron de descontrolar la extraña pareja que a veces se empeñan en ser Laporte e Iraizoz, en otra acción de vídeos de primera en que a punto estuvo el francés de hacerle un roto a su portero. Esta vez la indecisión quedó en anecdótica, como casi el gol desde medio del campo que le hacen al navarro en la reanudación, aunque la jugada estaba anulada. No el casi gol olímpico del también exleón Álvaro Peña que Saborit sacó después de que Gorka se comiera el balón.
De nuevo, el fútbol alocado de los inicios de la primera mitad, en que Aduriz otra vez tuvo el gol rematando a la remangillé un intencionado pase de Raúl García, que un defensa sacó. La respuesta la dio Dani Aquino en una contra que acabó fuera por milímetros ante Iraizoz. Partido abierto, peligroso para los intereses rojiblancos, un Racing crecido, empujado por su público, creyéndoselo, movió banquillo Valverde. Primero Muniain, poco después Yeray por Bóveda, y el último Iturraspe por Elustondo. Txingurri pareció querer solidificar el equipo para no verse sorprendidos. Eso sí, por parte bilbaina, nada de nada tampoco arriba. Mucha pelea, mucha brega, poco fútbol. Aburrimiento.
El juego que fue decayendo a medida que avanzaba el choque, no los insultos desde la grada, pero que no impidieron la victoria de un Athletic que como diría aquél, a Santander, ir, ganar y volver. Objetivo cumplido.