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Perseguido por policías, jueces e incluso en El Sadar

En el Salón de Sesiones del Gobierno existen 17 sillones y sillas, con un total de 34 figuras del «escudo tradicional». En ellas se han sentado consejeros de todas las tendencias políticas.


El sillón presidencial lo ocupa en la actualidad Uxue Barkos, pero en las últimas décadas también se han sentado allí Jaime Ignacio Del Burgo, Juan Manuel Arza, Gabriel Urralburu, Juan Cruz Alli, Javier Otano, Miguel Sanz y Yolanda Barcina. Ninguno de ellos puso nunca reparos a la presencia del Arrano Beltza en sus sillones.

Sin embargo, al mismo tiempo eran perseguidas otras personas por el hecho de portar ese mismo símbolo en forma de banderas, pegatinas, chapas o camisetas, símbolo que solía ser utilizado habitualmente por la izquierda abertzale en mítines y otros actos políticos. Hubo una época en que esa persecución corría a cargo de las fuerzas policiales españolas, cuando era habitual «retener» en los controles de carretera a jóvenes que llevaban colgantes o pegatinas de símbolos vascos, entre ellos el Arrano Beltza.




Más recientemente, la represión contra los portadores de este símbolo llegó incluso al campo de El Sadar. En el año 2011 la Policía española impidió la entrada a un aficionado de Osasuna, Gorka Sola, por llevar atada a su cintura una sudadera con el Arrano Beltza y un puño rojo en alto. Además, fue denunciado por ello. La Delegación del Gobierno le impuso una multa de 3.001 euros y le prohibió acceder a un recinto deportivo durante un periodo de seis meses.



La denominada Comisión Antiviolencia en el Deporte había calificado el águila negra como «un símbolo utilizado por el denominado Movimiento de Liberación Vasco», y justificaba la sanción a este aficionado en el artículo 7 de la Ley contra la violencia en el deporte: «No exhibir pancartas, banderas, símbolos u otras señales que inciten a la violencia o al terrorismo o que incluyan mensajes de carácter racista, xenófobo o intolerante». Tras cuatro largos años de recursos, el hincha rojillo consiguió que anulasen la sanción.



La criminalización de este símbolo navarro también ha llegado a los más altos estamentos de la judicatura española. En enero de 2012, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska llegó a afirmar que el águila negra constituía un «símbolo de ETA». Así se lo comunicó a cinco ciudadanos vascos acusados de «enaltecimiento del terrorismo» por incluir esta enseña y la fotografía de una presa política en un programa festivo de Erandio.

Se da la circunstancia de que los propios reyes españoles se sientan en sillones adornados con el Arrano Beltza cuando acuden al  Monasterio de Leire con motivo de actos solemnes. Esos sillones se trasladan expresamente desde el Palacio de Diputación, y cuando los reyes regresan a Madrid, son repuestos en su lugar.