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Un anfitrión sin selección

EH Bildu pide al presidente de la UEFA allanar la vía de la oficialidad de la Euskal Selekzioa para que esté en la Euro que acogerá Bilbo.


La capital bilbaina, San Mamés, será sede de la próxima Eurocopa de fútbol 2020 y desde ayer se conoce ya el logotipo en honor al puente de San Antón, que dará a conocer la propia ciudad, sus gentes, su afición, su todavía reluciente estadio, junto al resto de anfitrionas, trece en total, que se dieron a conocer en setiembre de 2014 y que han iniciado su particular cuenta atrás. El coliseo rojiblanco tiene asegurados tres partidos que se corresponderán a la fase de grupos y un cuarto de la ronda de octavos. El evento deportivo al más alto nivel continental en el que, clasificación mediante, estará una selección española que tendría a Bilbo como sede, pero no así una Euskal Selekzioa que sigue reclamando su oficialidad. El alcalde Juan Mari Aburto vino a decir ayer en el acto de presentación de la marca que distinguirá a la ciudad en la Euro, que no tocaba hablar de este tema. Así que fue el grupo muncipal de EH Bildu el que hizo entrega al presidente de la UEFA, el esloveno Alekxander Ceferin, de una camiseta ‘tricolor’ y una misiva reclamando «la necesidad de levantar el veto a las selecciones vascas» para que puedan participar en acontecimientos como esta Eurocopa 2020.

«A las y los vascos nos gustaría poder competir ante el resto de selecciones europeas como hace su país», se le transmitía en la carta entregada en mano por Aitziber Ibaibarriaga, un estado como Eslovenia, «ejemplo y espejo en el que nos fijamos». La portavoz municipal de EH Bildu explicó con posterioridad ante los medios que «ha sido un encuentro en el que hemos visto receptividad por parte del presidente de la UEFA a una reivindicación que es mayoritaria en nuestro país. Hemos solicitado su ayuda para que se levante el veto a las selecciones vascas y puedan participar en competiciones oficiales». En ese sentido, en el escrito de esta formación se recogía el convencimiento de que «Bilbao será una magnífica sede de la Euro 2020, pero creemos que aún sería mayor si la selección vasca pudiese participar», recordando que es una demanda mayoritaria del Parlamento de Gasteiz, apoyada por un elevado porcentaje de la sociedad vasca.

Un gesto simbólico para con el presidente del máximo organismo del fútbol europeo, pero a la vez reivindicativo y extensivo al propio Aleksander Ceferin para que «en este camino, usted sea un aliado importante».

Bilbo acogerá tres partidos de la fase de grupos y uno de octavos, igual que Amsterdam, Bruselas, Bucarest, Budapest, Copenhague, Dublín y Glasgow, ciudades sede a las que se suman Londres, Bakú, Múnich, Roma y San Petersburgo. En caso de clasificarse para esta Eurocopa la selección española que entrena el vasco Julen Lopetegi, tendría garantizado al menos dos partidos durante la fase de grupos en San Mamés.

A día de hoy nada vaticina que la reiterada reclamación de la Euskal Selekzioa vaya a tener un recorrido tan llevadero como para pensar en una próxima oficialidad. El propio presidente de la Federación vasca, Luis Mari Elustondo, reveló el miércoles, en la presentación del partido navideño ante Túnez, los «palos en la rueda» de la Española para poder concertar encuentros en fechas FIFA, como por otra parte se ha permitido recientemente a la selección femenina.

 

Del escudo del Athletic al de Bilbo sede de la Eurocopa

El puente de San Antón preside el escudo del Athletic desde los albores del pasado siglo y lo hará también en el logo que representará la «marca Bilbao» en la próxima Eurocopa 2020. Se dio a conocer ayer en el ayuntamiento bilbaino en presencia del presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, de la Española, el bilbaino Ángel María Villar, el presidente del Athletic, Josu Urrutia, y el alcalde anfitrión. Un emblema que conocieron in situ también el seleccionador español, Julen Lopetegi, y al que fueron invitados nombres con mayúsculas del Athletic como José Ángel Iribar o Javier Clemente. Halagos a la ciudad, al estadio de San Mamés, convencimiento de que la cita será un éxito de y para la ciudad, coincidencia en que se merecía un evento como éste tras aquel Mundial de 1982 y una invitación expresa, como hizo Juan Mari Aburto, a que el campo bilbaino sea sede futura de una final de la Europa League. «Lo estamos pidiendo a voces», enfatizó el primer edil. «Ha estado el presidente de la UEFA aquí y hemos estado tomando un café. Hasta ahí puedo leer», añadió enigmático. Ceferin se ha ido encantado con Bilbo y San Mamés. «Sabemos hacer las cosas», reiteró el alcalde.J.V.