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El Ayuntamiento de Iruñea estudia derribar el antiguo matadero para crear un parque

El Consejo de Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Iruñea ha estudiado la aprobación del proyecto de derribo de las edificaciones del antiguo matadero de La Protectora, zona donde se planea un nuevo uso de parque con zona verde, actividades económicas y vial.


El presupuesto del concurso para la adjudicación del contrato de obras de derribo asciende a 885.774 euros, ya que las edificaciones han quedado fuera de ordenación en el planeamiento urbanístico del plan General de Ordenación Urbana de Iruñea al haber pasado la zona a un nuevo uso de parque, ha informado el Consistorio en una nota.

El matadero ocupa una parcela adjudicada al Ayuntamiento iruindarra en la reparcelación de Arrosadia-Lezkairu, que obliga a un desalojo que se ha ido prorrogando hasta que La Protectora y Vacuno de Navarra no concretaron su nueva ubicación.

El último convenio, firmado en octubre de 2014, puso como fecha límite de salida el 31 de diciembre de 2016, de forma que La Protectora S.A. cuenta en estos momentos con las instalaciones necesarias en Salinas de Iruñea.

El Consistorio dispuso a finales del año pasado de los terrenos e instalaciones aunque las mercantiles La Protectora, S.A. y Vacuno de Navarra, S.L. pudieron acceder durante la primera quincena de enero con el fin de desmantelarlas por completo.

El derribo se efectuará por zonas, respetando el posible riesgo de caída de materiales sobre los viales afectados o inmuebles próximos sin que afecte en ningún caso a vecinos externos ya que las viviendas están alejadas de esta parcela.

Previamente a la demolición, se verificará la desconexión de todo tipo de redes (tanto eléctricas como de fontanería, abastecimiento de aguas o teléfonos) y se realizará un estudio del terreno, del estado de los distintos elementos estructurales de los edificios que se demolerán y de los colindantes, de sus medianeras en caso de que existan y se preverán soluciones de consolidación si fueran necesarias.

Una vez realizado el estudio, se elegirá el método más adecuado para la demolición que podrá ser elemento a elemento, por colapso, con cizalla o combinando todos estos métodos.

En primer lugar y una vez aprobado el correspondiente Plan de Seguridad y Salud referido al desamiantado de la instalación, se retirará todo el fibrocemento, que por su antigüedad es posible que contenga amianto.

Después comenzarán los trabajos de demolición y la retirada selectiva de los distintos materiales. En todo el proceso se utilizará la maquinaria adecuada así como camiones para la carga y limpieza del escombro, que se irá acumulando en la misma parcela.

Dado que la instalación dispone de un gran sótano, una vez finalizado el derribo se llenará el espacio para que quede el terreno limpio y sin peligros.

El expediente que se ha estudiado hoy cuenta con un presupuesto diferente al elaborado en 2006 ya que en aquel apenas se contemplaban gastos de gestión de residuos que han pasado a ser parte importante de los derribos.