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LEO VARADKAR, INTRÍNSECAMENTE CONSERVADOR Y ABIERTAMENTE CLASISTA

Leo Varadkar, nuevo líder de Fine Gael y probable primer ministro irlandés desde el miércoles, es ante todo un político ultraconservador y con una visión neoliberal para Irlanda, y cuyo mandato no se espera beneficie a minorías o ciudadanos más vulnerables.


La prensa internacional se ha centrado en su identidad sexual y etnicidad, pero en Irlanda ninguna de estas cuestiones ha adquirido especial relevancia durante las primarias de la formación conservadora Fine Gael, ya que nadie puede considerar a Leo Varadkar un activista por los derechos de la comunidad LGTBI o una persona solidaria con inmigrantes o minorías en general. El titular que mejor define a Varadkar fue el utilizado por la publicación satírica “Waterford Whispers”: «El primer ministro irlandés abiertamente clasista».

La orientación sexual de Varadkar –que será propuesto mañana– se conoció a raíz del referéndum por la igualdad matrimonial que tuvo lugar en Irlanda en 2015, pero sus políticas y su actitud frente a los derechos de la comunidad LGTBI no son particularmente progresistas. El líder de Fine Gael representa a la derecha más rancia del partido. En 2010, durante la aprobación de la ley que reconoce el derecho a registrarse como parejas de hecho a los miembros de la comunidad LGTBI, Varadkar habló en contra las familias LGTBI y cuestionó su capacidad para criar hijos. Además, sus declaraciones sobre que su pareja no asistirá a los actos oficiales suponen una bofetada para aquellos que reclaman mayor visibilidad para el colectivo.

“The Outmost”, una publicación online de la comunidad LGTBI apunta que «Leo Varadkar beneficiará a los gays tanto como Margaret Thatcher a las mujeres». En un artículo, Anna MacCarthy y Aoife O’Driscoll señalan la falta de empatía del nuevo líder de la derecha conservadora hacia quienes han sufrido experiencias de discriminación: «Leo Varadkar ha llegado hasta este punto de su carrera política no porque haya perseguido políticas inclusivas o hablado en contra de la opresión. Lo logró utilizando la retórica del elitismo, del privilegio y de la exclusión. A lo largo de su carrera política, Leo Varadkar ha despreciado activamente a los marginados… Demuestra que incluso si eres parte de minorías oprimidas, sólo puedes tener éxito si te asimilas lo suficiente a tu opresor».

Refuerzo de estereotipos

Es cierto que, muy a su pesar, con un padre indio y una madre irlandesa, Varadkar representa el cambio demográfico de la sociedad irlandesa. Sin embargo, el probable nuevo taoiseach no se ha mostrado como un gran aliado de los inmigrantes, aparte de votar a favor de aceptar un número reducido de refugiados sirios. No sólo no se ha expresado en contra de clara situaciones de racismo y xenofobia en el estamento político irlandés, sino que hace tan sólo nueve años, en 2008, Varadkar defendió la deportación de inmigrantes que perdieran su empleo, reforzando los estereotipos que acusan a los inmigrantes de viajar a Irlanda para beneficiarse de los subsidios y que han provocado la aplicación de políticas de gran injusticia social, como la de denegar el subsidio de desempleo a inmigrantes que hubieran perdido su empleo pese a sus contribuciones en impuestos a la economía irlandesa. Si su padre decidió hacer de Irlanda su hogar, quizás Varadkar debiera conceder la misma oportunidad a otros inmigrantes. Y también debería aprender de su experiencia cuando declaró el pasado año que los inmigrantes «desprecian nuestra cultura y nuestras libertades y liberalismo» precisamente cuando ese fin de semana Zak Moradi, refugiado kurdo-iraquí, se vestía con los colores de Leitrim en un partido de fútbol gaélico.

Durante su campaña de primarias, Varadkar advirtió de que quiere que su partido represente a quienes «madrugan», y semanas antes de su elección como líder de Fine Gael, cuando aún ostentaba la cartera de Protección Social –Ministerio de Empleo–, Varadkar se lanzaba a atacar el fraude en los subsidios de desempleo, en una campaña que claramente hace de las familias más desfavorecidas los nuevos enemigos de la sociedad. Una auténtica declaración de principios sobre todo cuando se considera que el nivel de fraude no es comparable al de evasión fiscal, para lo que su Gobierno no sólo facilita amnistías sino que las defiende, incluso ante la Unión Europea, como ha hecho con la compañía Apple que evadió 13.000 millones de euros en impuestos. Cuestionado sobre la crisis de la vivienda, los niveles de pobreza y la desigualdad social en Irlanda durante un debate televisivo, Varadkar dejó clara su visión neoliberal al afirmar que «podríamos tener más igualdad y ser todos más pobres».

Una de las cuestiones que más dividen a la sociedad irlandesa es el aborto. Sin embargo, las recomendaciones de un foro ciudadano y la decisión de la Corte Europea de Derechos Humanos obligaran a Irlanda a modificar su muy restrictiva ley del aborto. Varadkar ya ha manifestado su oposición a que se incluya la violación dentro de las cláusulas de la ley y ha comparado a las mujeres que se ven obligadas a viajar a clínicas británicas con aquellos que van a los casinos de las Vegas o a los cafés de Ámsterdam.