Periodistas exigen garantías a un mes de la muerte de Valdez en México
Comunicadores y activistas recordaron ayer en México al periodista Javier Valdez, experto en temas de narcotráfico, al cumplirse un mes de su muerte sin que se conozcan avances en las investigaciones. En lo que va de año han matado a siete periodistas en el país.
La muerte de Javier Valdez, de 50 años, especialista en asuntos de narcotráfico reconocido internacionalmente, ha impactado en el gremio periodístico mexicano como no se había visto en tres décadas, pese a que desde 2000 han matado a un centenar de periodistas.
Este homicidio desató condenas de gobiernos extranjeros y fue el detonante para que la mayoría de medios mexicanos se unieran en un inédito pronunciamiento reclamando justicia. Hizo también que por primera vez un presidente se expresara de manera directa sobre la muerte de un comunicador en México, el tercer país más peligroso para ejercer el periodismo según Reporteros sin Fronteras.
El presidente Enrique Peña Nieto lamentó la pérdida de Valdez, se comprometió a castigar a los responsables y celebró una reunión pública con gobernadores en la que ofreció hacer justicia e implementar medidas de seguridad para los periodistas.
Antes de Valdez, fundador del semanario “Ríodoce” en su natal Culiacán, corresponsal del diario “La Jornada” y colaborador de AFP, otros cuatro periodistas han muerto este año: Cecilio Pineda, Ricardo Monlui, Miroslava Breach y Maximino Rodríguez.
Un mes después, la muerte de Valdez sigue sin esclarecerse. Ni a sus familiares más cercanos les han informado de avance alguno en las investigaciones. La Fiscalía especializada en delitos contra los periodistas declinó responder a las solicitudes de información de AFP.
La Fiscalía General anunció el martes recompensas por unos 81.500 dólares a quien proporcione información para encontrar a los responsables de la muerte de Valdez y de otros cuatro comunicadores.
Periodistas y activistas se movilizan ayer en memoria de Valdez. “Ríodoce” convocó ayer por la tarde una marcha por la paz que partió desde la catedral de Culiacán hacia la sede del Gobierno de Sinaloa, mientras que en otras dos localidades de ese distrito se realizaban movilizaciones simultáneas. En Ciudad de México se organizaron mesas de debate y una concentración en el centro histórico.
Por otra parte, varios grupos parlamentarios, entre ellos EH Bildu, ERC, En Marea, Nueva Canarias, Compromís, grupo mixto, IU y Podemos, presentaron al Congreso de Diputados una proposición no de ley por la que instan al Gobierno español a solicitar a México soluciones efectivas e inmediatas.