Siemens intenta tranquilizar a los proveedores de Gamesa
La fusión de Gamesa con Siemens traerá cambios en su funcionamiento y los proveedores de la firma vasca temen que puedan verse afectados para peor. Pero la nueva dirección elogió su competitividad.
El nuevo consejero delegado de la empresa de energía Siemens Gamesa, Markus Tacke, trasladó un mensaje de elogio a los «muy competitivos» proveedores de la firma en el Estado español, que, según dijo, forman una «red sólida y eficiente, que desde luego no va a cambiar ahora». La compañía fusionada celebró ayer en Zamudio su junta de accionistas, la primera ordinaria tras la absorción de la compañía vasca por la multinacional alemana.
El cónclave ratificó el nombramiento de Tacke como consejero delegado del grupo; antes ocupaba el mismo cargo en Siemens Wind Power, división de energía eólica del grupo alemán que es la que realmente se ha fusionado con Gamesa.
Respecto a los proveedores de la antigua Gamesa, intranquilos ante la posibilidad de que Siemens les relegue y opte por los suyos propios, señaló: «Tenemos raíces muy profundas en España, en el País Vasco y también en Navarra, con una red muy sólida y eficiente de proveedores nacionales y desde luego no va a cambiar ahora. Nuestra compañía se siente orgullosa de su herencia, y estas raíces nos dan fuerza», manifestó.
La presidenta no ejecutiva, Rosa García, lanzó un mensaje similar, subrayando el «compromiso fundacional (de la empresa) de estrecha vinculación con España y, especialmente, con el País Vasco y Navarra».
Tacke fue el encargado de adelantar unas líneas generales de trabajo, ya que el plan estratégico se presentará en otoño en una jornada para los mercados. Por ello, explicó que es prematuro adelantar los objetivos de beneficios, inversiones o dividendos. No obstante, precisó que sus tres metas generales serán la continuidad del negocio y crear valor para el accionista; garantizar una integración rápida y fluida; y mantener el nivel de rentabilidad, todo ello «con una estable política financiera».
Para conseguir esos objetivos, la empresa cuenta «con unas bases sólidas» sobre las que apoyarse: el nuevo gigante eólico cuenta con 75 gigavatios (GW) instalados, una cartera de pedidos de 20.900 millones de euros e ingresos de 11.000 millones. Tache incidió en que ya han comunicado al mercado que esperan lograr 230 millones de euros en sinergias a crear en los próximos cuatro años.