Las instituciones vascas quieren voz en el desmantelamiento de Garoña
Tanto las Juntas Generales de Araba como el Parlamento de Gasteiz pidieron en su día participar en el desamantelamiento de la central nuclear de Garoña a través de una comisión internistitucional, así como en las tareas de «dinamización de las comarcas afectadas». El BOE publicó ayer la orden de cierre de la planta.
Las instituciones vascas han pedido de forma reiterada participar de las decisiones sobre el desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña, y en los planes para la revitalización de las áreas afectadas por el cierre, tanto en el ámbito laboral como en el económico y social.
El diputado general de Araba, Ramiro González, puso ayer voz a esta demanda aprobada en su día por las Juntas Generales y por el Parlamento autonómico, anunciando que mantendrá contactos con el Gobierno español sobre estas materias.
La demanda de las instituciones vascas es, sin embargo, más amplia, plural y participativa. Las Juntas Generales de Araba aprobaron el 21 de enero de 2013 una moción en la que anunciaban que promoverían la creación de una comisión interinstitucional para el seguimiento del proceso de desmantelamiento de la planta nuclear.
El texto, impulsado por Bildu y aprobado por todos los grupos salvo el PP, contemplaba la participación también de las instituciones autonómicas y de las entidades locales, y consideraba «necesario» abrir vías de colaboración con el Consejo de Seguridad Nuclear y contar con toda la información necesaria para «poder comprobar la seguridad en las diferentes partes del proceso».
El 19 de noviembre de 2015, el Parlamento autonómico, a través de otro acuerdo mayoritario, mostró su intención de «participar» en esta comisión interinstitucional de seguimiento, por lo que solicitaba a la Diputación de Araba y a las JJGG que lo crearan cuanto antes.
Como más de cuatro años después de la aprobación de la moción la comisión no se ha constituido, nada más conocerse el cierre de la central EH Bildu presentó en las Juntas Generales de Araba una propuesta urgiendo a su creación.
Reactivación
Las instituciones vascas también han instado al Gobierno español a coordinar con las administraciones territoriales los planes de dinamización de las comarcas afectadas por el cierre de Garoña. Las JJGG de Araba lo hicieron por última vez el 8 de marzo de este mismo año.
El diputado general de Araba, Ramiro González, informó ayer que mantendrá contactos con el Gobierno español para que los municipios alaveses de esa zona sean tenidos en cuenta, de forma «suficiente», en los planes de revitalización. Se quejó de que en el plan diseñado en 2013, con motivo del fin de la actividad de la planta, estos pueblos quedaron un tanto orillados.
Otegi: «Hace treinta años se nos llamaba casi trogloditas»
El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, felicitó ayer al amplio movimiento antinuclear que ha habido en Euskal Herria por el cierre de la central de Garoña y recordó que «hay gente que en su día defendió la nuclearización de la costa vasca, incluido el PNV». «Aquí hubo quien hace 30 años –incidió– nos dijo que éramos poco menos que unos trogloditas que vivíamos en la prehistoria y que íbamos a vivir sin luz. Eso es lo que nos dijeron los ‘grandes gestores del país’, y yo me alegro de que hayan venido al campo antinuclear».
Entrevistado en Radio Euskadi, Arnaldo Otegi mantuvo que en Euskal Herria «no existen las centrales nucleares porque hubo un movimiento popular muy importante que impidió que eso sucediera, y por eso hoy me felicito por ello». Cabe recordar que los primeros planes contemplaban centrales en Ispaster y Lemoiz, y que esta última llegó a estar prácticamente construida. Si se paró fue por la lucha popular, por lo que Otegi habló de dar protagonismo a la gente y no a los gobernantes. GARA