Primeros arrestos en Chickfriend por contaminar granjas avícolas
Después de que en Europa se hayan retirado del mercado y destruido millones de huevos procedentes de Bélgica y Países Bajos, ayer las fiscalías de ambos estados desarrollaron una vasta operación que se saldó con una veintena de registros y la detención de dos directivos de Chickfriend, empresa dedicada a la desinfección de granjas avícolas.
La crisis de los huevos contaminados por el insecticida fipronil, cuyo uso está prohibido en la UE en explotaciones agropecuarias destinadas a la producción alimentaria, afecta ya a 16 estados europeos e incluso a Hong Kong, según consta en el sistema de alerta rápida de alimentos y piensos de la Comisión Europea (Rasff). A Bélgica, Países Bajos y Alemania, los primeros en notificar la infección con ese pesticida a las autoridades europeas, se han unido Suiza, Suecia, Gran Bretaña, Estado francés, Dinamarca, Luxemburgo, Italia, Rumanía, Austria, Polonia, República de Irlanda, Eslovaquia y Eslovenia. En el Rasff también aparece Hong Kong, donde se han exportado huevos contaminados desde Europa.
De esta forma, como destacaba Europa Press, el escándalo afecta ya a la mitad del bloque comunitario, aunque fuentes de la Comisión Europea advertían de que la situación no es la misma en todos ellos: mientras que Países Bajos y Bélgica se encuentran en el origen de la crisis, ya que es donde se ha utilizado el insecticida, en otros lo que sucede es que se han importado productos contaminados.
Redadas coordinadas
Las autoridades judiciales de Países Bajos efectuaron a lo largo de la jornada de ayer varios registros que dieron lugar a la detención de dos administradores de la compañía Chickfriend, que se encuentra en el origen del escándalo junto con su proveedor belga Poultry-Vision.
La portavoz de la Fiscalía neerlandesa, Marieke van der Molen, confirmó a France-Presse que los detenidos son «dos directivos de la empresa que probablemente ha aplicado el producto en las granjas avícolas».
Al mismo tiempo, en Bélgica se efectuaron once registros en el cuadro de la investigación que desarrolla la Fiscalía de Amberes. Las redadas fueron llevadas a cabo por 70 miembros de la Policía federal y de la Agencia para la Seguridad de la Cadena Alimentaria (Afsca). No se comunicó ningún arresto. La agencia de noticias Belga precisó que estos registros tuvieron lugar en Flandria y que la operación se centró en empresas de desinfección que han utilizado el pesticida comentado.
«Este 10 de agosto, dos operaciones han tenido lugar en Bélgica y en Países Bajos», informó la Fiscalía de Amberes en un comunicado recogido por la cadena francófona RTBF. Añadió que «cerca de 6.000 litros de productos prohibidos» –fipronil, según afirmaron los medios de comunicación– fueron requisados en julio en una empresa belga; aunque no citó ningún nombre, se da por hecho que se trata de Poultry-Vision.
El responsable de esa compañía fue interrogado el mes pasado y quedó en libertad «bajo estrictas condiciones», precisó la Fiscalía, que «se toma muy en serio estos hechos, vista su gravedad, su amplitud, su carácter organizado y su repercusión internacional». «Añadir productos prohibidos a los productos utilizados en la industria alimentaria por codicia pone en peligro la seguridad alimentaria y hunde la confianza del consumidor», subrayó.
De Alemania a Rumanía
El alcance real de este fraude es difícil de medir todavía. Desde el 20 de julio, cuando Bélgica comunicó los hechos oficialmente al Rasff, en ese estado y en los Países Bajos se han bloqueado decenas de granjas avícolas, y se han retirado millones de huevos en supermercados de media Europa, aunque a muchos estados solo han llegado pequeños lotes.
Ayer mismo, la autoridad sanitaria veterinaria de Rumanía, Ansvsa, anunció que una tonelada de yema de huevo líquida contaminada con fipronil fue descubierta en un almacén de Timisoara, al oeste del país. Este producto fue importado desde Alemania y «ninguna cantidad» ha sido puesta a la venta.