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Urkullu pone en valor su vía de acuerdos con el Gobierno de Rajoy

Iñigo Urkullu arrancó ayer el curso político de su gobierno tratando de vender normalidad y gestión, poniendo en valor la vía de los acuerdos con el Gobierno de Mariano Rajoy. Contrasta con la situación que se vive en Catalunya, a la que no hizo ninguna mención en su discurso, aunque luego protagonizó las preguntas de los periodistas.


El Gabinete de coalición PNV-PSE celebró ayer su habitual Consejo de Gobierno de inicio de curso político en el palacio donostiarra de Miramar. En su discurso posterior, el lehendakari, Iñigo Urkullu, trató de vender normalidad y gestión, lo que se tradujo en que no dijo ni una palabra sobre la situación en Catalunya, tema que después copó buena parte de las preguntas de los periodistas.

En su alocución, Urkullu alternó el uso del euskara y del castellano, pero hubo una única idea que repitió en los dos idiomas, y fue la de destacar los acuerdos alcanzados con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, asegurando que con ellos se han logrado «inversiones y beneficios para Euskadi» y «suponen un reconocimiento de la singularidad del autogobierno vasco y refuerzan la bilateralidad en la relación entre los dos gobiernos».

Esta vía de la negociación y el acuerdo la contrapuso con lo que está ocurriendo en Catalunya, aunque centró sus críticas en que el Gobierno español no había tenido «voluntad política» de dar una solución a una cuestión que se arrastra, al menos, desde que en 2010 el Tribunal Constitucional anuló parte del Estatut que los catalanes habían aprobado en referéndum.

Aunque ve difícil que ahora se pueda solucionar en un mes lo que no ha hecho en siete años, el lehendakari de la CAV sostuvo que antes del 1 de octubre hay tiempo para el diálogo y el acuerdo. Y abogó por que se vaya trabajando también qué hacer el 2 de octubre.

Iñigo Urkullu mantuvo que el origen del problema está en que «continúa sin resolverse la articulación del Estado español como plurinacional». Y añadió que además de la «falta de reconocimiento jurídico y político» hay también una falta de «asunción social y cultural de nuestras realidades nacionales en el ámbito del Estado».

Abundó en que este reconocimiento tiene que darse en el ámbito estatal y también en el europeo. Se trata de un movimiento que resulta «absolutamente necesario» en una Europa en la que se debate sobre la «redistribución del poder político entre sus distintas instancias y niveles».

Completar el estatuto

Y mientras Catalunya está a un mes del referéndum de independencia, la reivindicación del Gobierno de coalición PNV-PSE es el cumplimiento, 38 después, del Estatuto de 1979, con la prioridad puesta en la gestión del régimen económico de la Seguridad Social y de los centros penitenciarios.

El inicio de las conversaciones sobre estas materias entre el Gabinete de Urkullu y el de Rajoy se anunció para el inicio de este curso político, pero el lehendakari dijo ayer que todavía no hay fecha para la reunión entre Josu Erkoreka y Soraya Saenz de Santamaría.

Estas conversaciones van a coincidir con el momento más efervescente en Catalunya y de la actuación coercitiva del Estado, pero el lehendakari aseguró que lo que ocurra allí no va a influir en las negociaciones. «Por nuestra parte, no», afirmó, incidiendo en que lo que piden es que se cumpla la ley.

En cuanto al avance hacia un nuevo estatus de la CAV, el lehendakari se aferró al programa de su Ejecutivo. Afirmó que «en este ámbito nuestro objetivo es contribuir a que en el seno de la Ponencia, y cito literalmente, ‘se acuerde con el mayor consenso una formulación abierta, pero concreta, de bases y principios para la reforma y actualización del autogobierno’. Queremos avanzar –subrayó–, desde una premisa: el ideal del autogobierno se encuentra en la concordia y convivencia entre identidades diferentes».

Cuatro prioridades

En su discurso, al que asistieron todos los consejeros de su Ejecutivo, el lehendakari hizo un balance positivo del grado de cumplimiento de su programa.

Luego informó de que el Consejo de ayer se centró en cuatro prioridades: desarrollo del plan de reactivación económica, reforma de Lanbide y de la RGI, nuevo Plan de Convivencia y Derechos Humanos (que espera aprobar en un mes), e informe sobre transferencias pendientes y negociación con el Gobierno español de las prioritarias.

Como es tradición en este acto, el Gobierno recibió antes de su reunión el saludo del alcalde de Donostia, del diputado general de Gipuzkoa y de la presidenta de las Juntas Generales.

 

Esperanzado en que haya cambios en la política penitenciaria

El lehendakari Urkullu dijo tener la esperanza de que próximamente haya cambios en la política penitenciaria, destacando para ello dos hechos como el desarme de ETA del 8 de abril y las decisiones adoptadas por el colectivo de presos.

Preguntado sobre si en su reunión del 21 de julio con el presidente del Gobierno español había «visto en los ojos de Rajoy» indicios de que pudiera haber alguna novedad en esta materia, Iñigo Urkullu respondió que no tiene dotes de vidente ni de lector del iris, pero sobre los cambios dijo «ojalá que sí y yo tengo esa esperanza». Apuntó que es un tema que debe llevarse «con discreción», y aseguró que es uno de los pilares del final ordenado de la violencia.

Urkullu mantuvo que Rajoy conoce cuáles son sus planteamientos en esta materia, teniendo en cuenta «primero a las víctimas» y luego a «los presos y sus familiares» bajo los valores de la reinserción y resocialización.

Iñigo Urkullu afirmó que las circunstancias han cambiado de forma favorable para que puedan darse avances en política penitenciaria. «Hoy las cosas no son como antes del 8 de abril –subrayó–, ni tampoco como antes del 20 de noviembre de 2011», cuando ETA anunció el fin de su actividad armada. También puso en valor las decisiones adoptadas por el colectivo de presos y presas políticas vascos (EPPK), que a su entender abren nuevas vías a las posibilidades que ofrecen los documentos Hitzeman y Zuzen Bidea, redactados por su Gobierno en la pasada legislatura.

Además, destacó que se han dado también avances en cuestiones como la «reparación y la memoria de las víctimas».

A preguntas de los periodistas, el lehendakari de la CAV apuntó que la disolución de ETA también podría ayudar a cambiar la política penitenciaria, aunque no quiso hacer conjeturas sobre cuándo podría producirse; desea que sea cuanto antes. Manifestó que a su Gobierno lo que le corresponde es «trabajar para que ese momento llegue, como han llegado otros. Trabajar como hemos hecho hasta ahora».

Urkullu anunció la aprobación antes de un mes de un nuevo plan de Convivencia y Derechos Humanos, para el que ya han recibido diez aportaciones.I.I.