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Catalunya tiene preguntas para Euskal Herria

¿Se va a mover el PNV mientras siga ganando elecciones? ¿Para qué sirve la ponencia de autogobierno? ¿Cómo hacer frente a la represión del Estado? ¿Qué falló en el Plan Ibarretxe? Mònica Terribas, Carles Prats y Salvador Cot entrevistaron a tres voces a Arnaldo Otegi ayer en Barcelona.


Una entrevista siempre es cosa dos –o de cuatro en este caso–, y no solo cuentan las respuestas. Las preguntas que tres entrevistadores de lujo –Carles Prats (TV3), Mònica Terribas (Catalunya Ràdio) y Salvador Cot (Elmon.cat)– formularon ayer al coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, en un acto organizado por Euskal Etxea en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), reflejaron en buena medida los interrogantes que Euskal Herria despierta a día de hoy en Catalunya, tanto sobre la situación vasca propiamente dicha, como hacia los posicionamientos en torno al proceso catalán.

«Desde el Estado se han intentado mostrar paralelismos entre el plan Ibarretxe y el proceso catalán», sugiere Cot. Hay una diferencia fundamental, responde Otegi: «Ibarretxe fue al Congreso, le cerraron la puerta, y en vez de hacer la consulta que dijo que haría, convocó elecciones. Aquí hay un Gobierno comprometido y existe una simbiosis entre clase política y pueblo».

¿Cabe esperar algo de la izquierda española?, coinciden en preguntar Terribas y Cot. «Si se ponen de perfil, se suicidan», contesta el dirigente abertzale: «Podemos funciona precisamente en Catalunya, Galicia o Euskal Herria, en parte, porque defienden el derecho a decidir y eso genera una perspectiva de cambio en Madrid. Pero cuando llega el momento de ejercerlo, empiezan a hacer otros discursos. Sería una desgracia que la izquierda se pusiese de nuevo al lado de la unidad de España. Se volverían a convertir en residuales». Recado incluido para Colau: «Los procesos de aceleración histórica no permiten estar a dos aguas, aquí la revolución tiene una fecha: 1 de octubre. Y uno tiene que elegir».

¿Se va a mover el PNV?

La pregunta del millón, mirando a Euskal Herria, la hizo Carles Prats: «La derecha catalana no está en sus mejores momentos, pero a la derecha vasca, con el discurso de siempre, le va muy bien. ¿Por qué iba a cambiar?». Otegi responde con dos mantras y un secreto jeltzale: «Han instalado la idea de que vivimos en un marco económico y jurídico excelente, y la idea de que vivimos mejor que en España, y hay otro secreto: son el refugio de mucho voto contra el independentismo de izquierdas. Cuando le empezamos a disputar la hegemonía, el PNV concentra el voto del resto».

Y pese a ello, pese a «la tragedia de ver a Catalunya en esta fase y a nosotros tan retrasados», una dosis de optimismo: «El PNV va a tener dificultades para seguir sosteniendo este idilio con el PP. Hago una predicción: en mi país las cosas se van a empezar a mover en la buena dirección». Preguntado expresamente por la ponencia de autogobierno, Otegi aseguró que debería servir para «acabar con el modelo autonómico». ¿Cómo convencerán al PNV?, pregunta Prats. «Habrá que empezar a caminar sin el PNV, y si conseguimos que la gente empiece a caminar, se sumará», contesta Otegi, que subrayó la importancia del reciente acuerdo entre ELA y LAB al respecto.

Y antes de acabar con Euskal Herria, otra pregunta que también está en el aire: «¿Por qué no se disuelve ETA?». La formula Cot, a quien el líder independentista contesta que es importante «cerrar esto bien» y «que la gente se tome el tiempo que necesite». «No tenemos duda de que la decisión que tome ETA va a estar en línea con las que ha tomado en los últimos años», añade.

¿Y el 2 de octubre?

Pero en Catalunya se conocen también los años de confrontación con el Estado, así como el máster en represión española que han supuesto. Y no faltaron interrogantes al respecto. «Aquí hay gente que piensa que el 2 de octubre, si sale bien el referéndum, ya está todo conseguido. ¿Tú cómo lo ves?». La respuesta es inmediata: «Las cosas no van a pasar automáticamente». «Se abrirá un periodo largo con muchas incertidumbres, y el control del territorio no es una cuestión menor».

Y finalmente, desde el público llegan algunas de las preguntas más interesantes. «¿Es posible un escenario con cargos electos en prisión?», «¿Cómo hacer frente a la represión?». Otegi piensa que podría ocurrir –no será él quien diga que el Estado no puede meter a políticos en la cárcel–, pero añade que «no debilitaría al movimiento independentista, todo lo contrario». «La pregunta que yo me hago es: si el Estado hace eso, ¿cuál es el siguiente paso, como sales de ahí?», interrogó un Otegi que ayer insistió en que el Estado quiere hacer ver que puede hacer de todo, pero que «en realidad no puede». Por si acaso, sin embargo, unas recomendaciones ante la represión: «No caer en provocaciones, mantener la sonrisa, paciencia, pasión, cuidados y mimos».