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El fiscal no privilegia pistas en el crimen de una joven embarazada en Uztaritze

El procurador de Baiona, Samuel Vuelta Simon, compareció ayer tarde ante los medios para dar detalles sobre «la agresión de extrema violencia» que costó la vida, la víspera, a una joven de 23 años en Uztaritze


Una mujer de 23 años de edad y natural de Béziers, aunque residente temporalmente en Uztaritze, fue hallada muerta, en la noche del miércoles, en una vivienda del barrio de Arrantz de la localidad labortana.

Según detalló, ayer tarde, el procurador Samuel Vuelta Simon en una concurrida comparecencia de prensa en el Palacio de Justicia de Baiona, hacia las 21.30 del miércoles los servicios policiales y médicos recibieron una llamada de la pareja sentimental de la persona fallecida.

Personados en el lugar, los agentes de la Gendarmería se encontraron con una «escena de extremada violencia», al hallar a la mujer fallecida, estudiante de Enfermería en Burdeos, atada de pies y de manos en la cama.

La víctima, cuyo rostro presentaba numerosos golpes, tenía los ojos vendados. La muerte de la joven, embarazada de ocho meses, se habría producido entre las 18.00 y las 21.00, a consecuencia de los golpes sufridos, aunque el fiscal Vueltas apuntó a que pudo concurrir también la asfixia, ya que la joven estaba amordazada.

El cuerpo de la joven, que se había establecido en la casa de su madre para pasar los últimos meses del embarazo, y que «era visitada de forma asidua» por su compañero sentimental, de su misma edad y residente en Donibane Lohizune, fue trasladado al Instituto Médico Legal de Burdeos para proceder a realizar la autopsia.

El procurador Vuelta explicó que esas pruebas deben aportar mayor luz sobre el crimen, «determinando, entre otras cuestiones, si la víctima fue también objeto de agresión sexual». Los resultados de la autopsia deberían conocerse hoy mismo.

Sin indicios claros

Los responsables de la Gendarmería de Baiona y Pau, que escoltaron al fiscal en la comparecencia, remarcaron que «no se encontraron signos de una entrada forzosa» en el domicilio, ya que ni las ventanas ni la puerta presentaban desperfectos. A primera vista no habría indicios claros sobre un robo, aunque no se descarta ni esa ni «cualquier otra hipótesis». La pareja de la fallecida, que requirió asistencia médica por el shock, se encontraba ayer en libertad tras prestar declaración.