Bruselas pide ahora acoger a 50.000 refugiados de África y Oriente Medio
La Comisión Europea propuso ayer una serie de medidas para incentivar la «inmigración legal» en la UE, a través de la acogida de al menos 50.000 refugiados en los próximos dos años directamente desde África, Oriente Medio y Turquía, prometiendo a los socios del bloque comunitario un incentivo de 10.000 euros por cada solicitante de asilo acogido, y del impulso de las devoluciones de los inmigrantes que no tienen derecho a solicitar asilo.
La Comisión Europea (CE) pidió ayer a los gobiernos europeos que den su visto bueno a un nuevo plan para acoger en los próximos dos años a al menos 50.000 refugiados, que serían trasladados directamente desde países terceros en primera línea de la presión migratoria, como Turquía, Líbano o Libia.
«Las personas que necesitan realmente protección no tienen que arriesgar sus vidas, no tienen que depender de los traficantes de migrantes», indicó el comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos, quien propuso crear «50.000 plazas más de reasentamiento» en dos años. Con ese objetivo, Bruselas plantea destinar 500 millones de euros de apoyo a los esfuerzos de sus países miembros, es decir, unos 10.000 euros por persona.
Aunque estos reasentamientos también están abiertos a los refugiados presentes en Turquía y Oriente Medio, la Comisión urge a centrarse en la acogida de «personas vulnerables del Norte y el Cuerno de África y, en particular, de Libia, Egipto, Níger, Sudán, Chad y Etiopía».
En los dos últimos años, los países del bloque han acogido a unos 23.000 refugiados presentes en terceros países, en gran parte desde Turquía y Oriente Medio. Y, por el momento, solo once países han respondido al llamamiento de julio de Bruselas, comprometiendo 14.000 plazas, precisó la Comisión.
Cuando el Ejecutivo comunitario se encuentra en plena reforma de su política migratoria conocida como reglamento de Dublín, Bruselas llamó a las capitales a ser «más eficaces» respecto a la expulsión, a sus países de origen, de quienes no pueden optar al asilo en Europa. Según la Comisión, su número podría alcanzar los 1,5 millones de personas «en un futuro próximo» y las últimas estadísticas oficiales apuntan que solo el 36% de los migrantes son devueltos a sus países tras decretarse su expulsión.
La nueva propuesta se dio a conocer tras expirar el acuerdo temporal para aliviar la presión de la crisis migratoria sobre Italia y Grecia, y que ha permitido reubicar a unas 29.000 personas en dos años. En el marco de este plan de cuotas, que generó un duro rechazo en países del este europeo, aún quedan unos 8.000 refugiados por trasladar, lo que elevaría el total a 37.000 y lejos del objetivo inicial de 160.000 personas, según la CE.
Guardacostas libios disparan al aire y asaltan un barco
La Guardia Costera de Libia disparó el martes fuego real y llegó a asaltar el barco de la ONG alemana Mission Lifeline para ésta la entregara a los refugiados que había rescatado en el mar Mediterráneo, informó la organización humanitaria. «Un hombre libio ha dicho: ‘Este es nuestro territorio’», señaló Axel Steier, portavoz de Mission Lifeline. «Después de un rato, han realizado disparos» al aire y al mar sin que nadie resultara herido y finalmente dos guardacostas asaltaron el barco.
Los agentes libios trataron de convencer al personal de la ONG para que entregara a los cerca de 70 refugiados que habían sido rescatados de una pequeña embarcación de madera que navegaba ya en aguas internacionales. «Les hemos dicho que no los devolveríamos a Libia» y, tras unos 15 minutos, «se han rendido», dijo Steier.GARA
La Comisión Europea propone ampliar hasta 3 años los controles de las fronteras en caso de amenazas
La Comisión Europea (CE) propuso ayer modificar el Código de fronteras Schengen de forma que los controles temporales internos se puedan prolongar hasta un máximo de tres años, de forma excepcional, para afrontar amenazas de seguridad concretas de tipo «terrorista o migratoria», entre otras.
Las normas actuales prevén que los países puedan restablecer los controles fronterizos por un periodo inicial de 30 días, ampliable hasta seis meses, prorrogables hasta un máximo de dos años en casos excepcionales.
La CE propone ahora «adaptar» los plazos en caso de grave amenaza pública o a la seguridad interna. En el caso de que las amenazas a la seguridad persistan más de un año y si se han adoptado «medidas nacionales excepcionales equivalentes» se dará la opción excepcional de prolongarlos por otros dos años. Los controles podrían pasar a estar vigentes desde el límite actual de dos años a un máximo de tres.
Alemania, Austria, Dinamarca, Francia y Noruega habían propuesto prolongar de dos a cuatro años los controles excepcionales amparándose en la «amenaza terrorista». Seis países del espacio Schengen aplican controles en fronteras internas: Estado francés (tras los atentados de noviembre de 2015), Alemania, Austria, Dinamarca, Suecia y Noruega (desde 2016 para afrontar el flujo migratorio).GARA