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Voto naranja en el colegio de Oriol Junqueras

Oriol Junqueras, vicepresidente de la Generalitat y preso político en la cárcel de Estremera, vota habitualmente en el colegio ubicado en la Asociación de Vecinos El Turú de Sant Vicenç Dels Horts, el municipio del que fue alcalde. Un centro en el que Ciudadanos es la referencia.

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«Vengo a reafirmar mi voto del 1 de octubre». Mique Sol es un votante extraño en la Asociación de Vecinos el Turú, de Sant Vicenc d´Hors, el colegio donde debería haber votado Oriol Junqueras, vicepresidente de la Generalitat encarcelado por orden de la Audiencia Nacional española. Lo habitual en este pequeño colegio electoral es el apoyo a Ciudadanos, el rechazo al proceso independentista y las referencias a «que se cumpla la ley» cuando se menciona el encarcelamiento de quien también fue su alcalde entre 2011 y 2015. Dicen que nadie es profeta en su tierra pero esto más complejo. Junqueras puso una pica en Flandes al convertirse en primer edil por ERC de un municipio del Baix Llobregat, antiguo feudo del PSC. El centro donde le hubiese correspondido depositar la papeleta es un bastión unionista dentro de una de las zonas característicamente unionistas.

«Quiero que gane Ciudadanos. Es un partido nuevo, que plantea un cambio». Marcos Romero insiste en remarcar que él es catalán, que sus padres también nacieron en Catalunya. Dice que no quiere la independencia, que se casó con una mujer nacida en Granada, que su hijo vive en Andalucía, que «todos somos hermanos» y que no quiere que «se discrimine». «Si vuelve a ganar el independentismo nos marchamos», afirma María Rosa Vico, su mujer. «Esta es mi tierra, yo no me marcho», responde el hombre. En su opinión, el soberanismo es «egoísta». «Las ONGs van a donde menos tienen a ayudar, ¿no? Pues aquí debería ser igual», dice.

Sobre el exalcalde encarcelado, el matrimonio tiene una opinión unánime: «Si voy en dirección prohibida, me persigue la ley. En este caso, es lo mismo», resume Romero.

En un paso de cebra antes ubicado antes llegar al colegio hay una pintada que dice en catalán «no estamos todos, falta Oriol». En el otro extremo de la vía aparecen varias banderas españolas. El 1 de octubre, el colegio amaneció clausurado con silicona. Su censo se trasladó al colegio Sant Jordi, que es el más cercano. El vicepresidente tampoco pudo votar allí al estar asediado por la Policía.

«No veo bien que esté en la cárcel. Más cuando están otros en la calle, que han hecho cosas peores». Alfonsa Gómez Lozano llegó a Sant Vicenc de les Horts con 15 años procedente de Andalucía. Reivindica su origen y por eso dice que no le gustaría que Catalunya se independizase. Se ríe cuando habla de su hija, «es muy catalana, aunque le recuerdo que su origen está en Andalucía y Badajoz», y de las discusiones de sobremesa. «Espero que salgamos bien, Catalunya y España», asegura. Votará a Ciudadanos «por la juventud».

«Encarcelaron a Junqueras para bajar los ánimos y meter algo de miedo. Creo que lo han conseguido, ¿no?», reflexiona Jorge Villarrubia. Considera que la jornada de hoy no será favorable para los intereses independentistas. Él asegura buscar «la estabilidad», dice que rechaza «las banderas» y que nunca ha votado a Junqueras.