Kuczynski presenta el «Gabinete de la reconciliación» para tratar de superar la crisis política en Perú
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, ha llevado a cabo una remodelación de Gobierno para formar lo que ha denominado «Gabinete de la reconciliación», con el que pretende pasar página de la crisis política que comenzó por su presunta implicación en el escándalo de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht y estalló con el indulto a Alberto Fujimori.
Kuczynski ha tomado juramento a nueve ministros, entre los que destacan Cayetana Aljovín en Exteriores, Jorge Kisic en Defensa y Angela Grossheim en Energía y Minas. Se mantienen en el cargo, la ministra de Economía, Claudia Cooper; el de Interior, Vicente Romero; y el de Justicia, Enrique Mendoza, entre otros.
Kuczynski ha defendido que se trata de «un Gobierno cercano a la gente y sus necesidades y dispuesto a solucionar los problemas que enfrentan día a día, colocando al Estado al servicio y no a los intereses personales», según informa la agencia de noticias oficial ANDINA.
Ha destacado además que los nuevos ministros –«algunos de los cuales son nuevos y otros ya han estado conmigo»– han sido elegidos «por sus capacidades profesionales, su conocimiento del país y sus deseos de trabajar por un Perú entero y por sus regiones».
El líder conservador ha aprovechado la inauguración de su nuevo Ejecutivo para reiterar su llamamiento a la unidad. «Solo el diálogo y la integración permitirán la gobernabilidad y la revolución social que tanto necesitamos. Es el vehículo que nos conducirá por la senda del desarrollo, robustecerá la economía y generará estabilidad», ha afirmado.
Kuczynski había anunciado en las últimas semanas que cambiaría su Gobierno, entre otras cosas, para suplir las bajas que ha sufrido el oficialismo, tanto en el Consejo de Ministros como en el grupo parlamentario, por el polémico perdón presidencial a Fujimori.
«Necesitamos poner a un lado nuestras diferencias por este objetivo mayor, que es la unión», ha defendido en alusión a la crisis política desatada después de que el pasado 24 de diciembre indultara al exmandatario Alberto Fujimori (1990-2000), quien cumplía una condena a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad.
La decisión llegó, además, apenas unos días después de que un sector del fujimorismo salvara a Kuczynski de ser destituido por el Congreso a raíz de una moción de censura que la oposición impulsó por la presunta vinculación del presidente a la constructora brasileña Odebrecht, que se encuentra en el centro de un entramado de corrupción que ha salpicado a numerosos gobiernos en América Latina.
En diciembre, Odebrecht dijo en el Congreso que dio 4,8 millones de dólares a consultoras relacionadas con Kuczynski. Una de ellas, Westfield Capital, recibió más de 780.000 dólares entre 2004 y 2007, incluyendo 60.000 dólares en los años en los que fue ministro de Economía y primer ministro del Gobierno de Alejandro Toledo.