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Las AAVV de Bilbo llaman al conjunto del movimiento social a tomar la calle

La Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbo está proponiendo a organizaciones sindicales y colectivos realizar una movilización el 17 de marzo en la que confluyan las numerosas reivindicaciones pendientes.


El movimiento ciudadano de Bilbo trabaja en la convocatoria de una gran manifestación en demanda de mejoras sociales a la que pretende que se sumen otros agentes implicados en diferentes luchas sectoriales. En la asamblea general que celebró el 18 de enero, la Federación de Asociaciones Vecinales acordó promover esa movilización en la que los barrios y los diversos organismos acudan con sus reivindicaciones y sean protagonistas de la misma.

Esa iniciativa vecinal quiere que se vea en la calle que no solo quienes gobiernan trabajan en favor del Botxo, también aquellos que aportan desde cada barrio o colectivo social a la construcción de otro modelo de ciudad alejado del que se proyecta para atraer turistas. «Una ciudad para quienes la habitan y trabajan en ella», añaden.

Los colectivos advierten que la crisis está haciendo mella en amplios sectores sociales y alimenta las demandas ante las distintas instituciones, a las que acusan de obviar la importancia de la participación ciudadana a través de cauces adecuados para satisfacer carencias que afectan a miles y miles de personas. «Las demandas que reclaman los ciudadanos en sus barrios se hacen esperar y Bilbao sigue creciendo a dos velocidades mientras aumenta la pobreza, la precariedad y la falta de esperanza en el futuro», denuncian.

Ahora que algunos indicadores apuntan a una lenta recuperación económica, exigen que esa riqueza repercuta en todos y todas a través de una mejora de la calidad de vida, de servicios y equipamientos, accesibilidad, transporte, limpieza, rehabilitación de viviendas y zonas de esparcimiento debidamente equipadas en todos los barrios y no solo en el centro.

«Hay que erradicar la precariedad laboral, el deterioro del pequeño comercio de barrio, los ataques a los derechos de jóvenes, mujeres, jubilados y migrantes, al modelo festivo popular», defienden. A las asociaciones vecinales les preocupa que el único objetivo de los gobernantes sea proyectar una imagen atractiva del Botxo, olvidándose de proyectos pendientes desde hace décadas.

Las AAVV piden a las instituciones que les escuchen y atiendan sus reivindicaciones, en vez de optar por ningunearlas. «El diálogo, el entendimiento y el acuerdo entre la ciudadanía y las instituciones es la clave de una sociedad abierta y dinámica», insisten. De ahí que, inciden, «cuando los que gobiernan quieren súbditos en lugar de ciudadanos activos, la movilización democrática se hace más necesaria que nunca».