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Lo que no mejora, toca fondo

Ziganda revoluciona su propuesta tras el «desastre» ante el Eibar y el experimento le dura siete minutos, justo hasta el gol del Girona.


GIRONA 2

ATHLETIC 0

 

«La otra tarde vi llover, vi gente correr y no estabas tú»

Washington Etchamendi, técnico uruguayo tras una abultada derrota de su equipo

Kuko Ziganda y, por extensión, el Athletic que dirige sigue pedaleando en la rueda giratoria como el ratón en su jaula, sin rumbo ni destino. Lo que no mejora, empeora, fue uno de tantos eslóganes que el navarro ha ido regalando desde su llegada al banquillo rojiblanco y de los que no debe pasar un día sin que se arrepienta por verbalizar. Se equivocaba. Lo que no mejora puede tocar fondo. Como él. Como este equipo. Tras la derrota que tenía que llegar y se aplazó ante el Eibar, el de Larraintzar volvió a mostrarse convencido de que sacarán adelante la situación que ya vivieron hace también un par de meses. Porque hay ganas, equipo, compromiso... La cuestión es si hay entrenador para liderarlo. Lo que es juego, un mínimo de fútbol, no hay nada de nada. Un páramo.

El Athletic perdió bajo la persistente lluvia de Montilivi y no por el potencial del Girona, sino porque como reconoció el propio técnico navarro en la previa del choque, su rival tiene interiorizado a qué jugar, sabe qué quiere y lo pone en práctica. No necesita más. Tan fácil y a la vez tan difícil como eso. Eso y tener un par de oportunidades, como ayer en Girona, no dar facilidades a tu rival y llevar el partido a tu terreno. Todo lo que este Athletic no tiene ni idea de hacer. Todo lo que este Athletic no es, no solo hoy, sino toda la temporada. Un servidor pagaría un penique por cada pensamiento de cada jugador bajo el chorro de la ducha o, mejor, en el vuelo de regreso, a solas con sus pensamientos, mientras deja que su mirada se pierda más allá de la ventana o sumido en un sueño imposible de conciliar. Qué pasa por sus cabezas. No por una derrota, ni por un mal partido, sino por la ausencia total de algo que ilumine el camino. Por algo que se venía venir desde hace semanas tras aquel espejismo de reacción. Uno piensa qué es lo que le falta a este Athletic para que no voltee la situación como lo hizo el Eibar tras la goleada al Betis o el Alavés una vez se hizo cargo el ‘Pitu’ Abelardo. No se trata de mimbres, de jugadores, de lesionados. Este plantel alberga argumentos suficientes como para encontrar su rumbo, para tirar adelante, para enderezar una errática trayectoria que no consigue estabilizar. Y partidos como el de ayer, incluso sistemas como el de ayer, propuestas futbolísticas como la de ayer, no ayudan. Es más, confunden.

Ziganda quiso, como reveló después en sala de prensa, zarandear el árbol tras el «desastre», lo calificó, ante el Eibar, y encaró al Girona con su misma medicina, zaga de tres, carrileros y un trivote en la medular con la inclusión de Beñat. Además del de Igorre, el regreso de Yeray casi un año después de su último partido, el debut de Iñigo Martínez cuatro días después de aterrizar en Lezama y el estreno de un canterano que viene de Segunda B. Total, que a los siete minutos, el experimento se vino abajo con el gol de penalti marcado por Stuani, tras derribo por desplazamiento del chaval Andoni López, que recordará con sabor agridulce el día.

Un gol tempranero que noqueó al Athletic. Ni sabía ni supo cómo jugarle al Girona. Incapaz arriba, desasistidos Raúl y Williams en ataque, sin brújula ni hoja de ruta los tres de la medular, cuarenta y cinco minutos de erial futbolístico con apenas un arreón en los estertores finales y el primer balón al travesaño de los gerundenses, en un zapatazo de Mafeo a la escuadra.

La ausencia total de réplica siguió a vuelta de vestuarios por los mismos derroteros. Sin cambio de esquema, sin hoja de ruta hacia la portería local, el peligro mayor vino de una comprometida cesión de Ramalho a su portero. El Girona, a lo suyo, avisó con otro larguero y un cabezazo final del exleón que se fue alto por poco. Al de poco, sí, llegaría el segundo tanto catalán, ganando Stuani el segundo palo a Lekue y Fortu en el centro lateral a Andoni López. Lo que no mejora, toca fondo. Apenas unos minutos antes, Ziganda dio entrada a Aduriz y Susaeta, vuelta al sistema clásico incluido. Casi media hora por delante en la que el Athletic, espoleado por un inquieto Susaeta, quiso vender cara la piel, pero sin rascar más allá de un cabezazo alto de Aduriz sobrepasado el tiempo reglamentario. Williams desperdiciaba un uno para uno con un pésimo control, Rico resoplaba a los cuatro vientos, los pases al compañero eran envenenadas hipotecas... El viernes llega el colista. «Cuando pierdo un par de partidos, la gente me empieza a lanzar flores, pero con maceta y todo», avisaba Otto Rehhagel. Lo malo es que ni siquiera ganándole a el Las Palmas, esto tiene visos de mejora.

 

Ziganda dice que buscó un revulsivo, pero asume: «No nos gusta cómo va la cosa»

«Han empezado fuertes y nosotros muy dubitativos», hasta que llegó el gol «y el partido se ha puesto como querían». Kuko Ziganda ni tuvo ni pudo excusarse del encuentro y la derrota de su equipo. Buscó una reacción tras lo vivido ante el Eibar, pero no la hubo. «Pasamos una tormenta muy fuerte hace un par de meses y supimos sobreponernos. Ahora lo vamos a hacer, tenemos equipo, grupo, ganas, compromiso, y a partir de ahí vamos a ir hacia adelante y vamos a hacer las cosas mejor», fueron sus optimistas palabras dentro de una generalizada sensación de desazón. Llamó la atención el cambio de sistema, esa defensa de tres, que el navarro aclaró. «Veníamos de un pequeño desastre y algo había que hacer, no podíamos seguir igual, no podemos seguir haciendo las cosas con los mismos. La responsabilidad es mía. Es verdad que de la otra manera estamos más juntos, pero buscamos más cosas. No nos gusta cómo va la cosa. Pero también lo de hoy es malo, no me gusta cómo jugamos. Estamos buscando cosas y soluciones para tener más recursos y tener otras sensaciones», justificó sus decisiones, para aclarar que para nada descarta volver a jugar con el mismo esquema de tres zagueros. «Tenemos tres centrales que saben jugar a futbol, tenemos jugadores para jugar así, buscaba alguna variante para tener más control de juego, salir más dominando la pelota, pero con el gol en contra se nos han armado muy bien ahí y no hemos podido buscar esos espacios por dentro, que era la idea de inicio. Tenía plena confianza en ellos –los tres centrales–», aclaró su propuesta ante el Girona. Reiteró que se trataba de una «derrota dolorosa», pero quiso endulzarla con la gran noticia de la vuelta de Yeray, «era la noticia para nosotros, la alegría de la jornada, su plena recuperación». Respecto al debutante Andoni López reconoció que «el partido no ha sido facil para él, pero ha debutado y estamos para eso».J.V