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Entrevue
MANU CABACAS
PADRE DE IñIGO CABACAS

«La verdad está en la calle y se recordará que fue una barbaridad»

Manu Cabacas y Fina Liceranzu vieron que su vida se truncaba el día que un pelotazo de la Ertzaintza mató a su hijo Iñigo Cabacas mientras celebraba una clasificación del Athletic. Desde entonces, solo viven para tratar de que se haga justicia.


Manu Cabacas –casi seis años de sufrimiento desde que un pelotazo de la Ertzaintza mató a su hijo Iñigo– no se contiene a la hora de valorar el escrito de la fiscal que sostiene que en aquella carga policial no hubo «delito alguno» y que «no habiendo delito no se puede establecer autor». Es claro y contundente: «La decisión de la Fiscalía me parece vergonzosa pero no me sorprende en absoluto, porque desde que empezó el procedimiento ha sido igual».

Se lamenta de que actuaciones como esta «sigan haciéndonos más daño todavía». Pero se aferra a que «la verdad está en la calle. Se conoce».

Sostiene que él y su mujer, Fina Liceranzu, se sienten orgullosos de su hijo, pero duda de que la fiscal pueda sentirse orgullosa del trabajo que está haciendo. Con dolor, afirma que «parece que es la abogada de los ertzainas».

Manu Cabacas no ve voluntad de «ventilar y limpiar» esto, y añade que sin eso no se puede construir nada nuevo. «Tenían que haber llegado y decir que han hecho mal y a partir de entonces hacer las cosas bien y con responsabilidad –explica–. Y que hubieran ayudado todos, el gobierno y las instituciones. Que nos hubieran apoyado, en lugar de apoyar a la Ertzaintza».

Que la sociedad siga ayudando

Preguntado sobre si confía en el juicio, para el que pronto tendrá que fijare fecha, Manu Cabacas responde que «tengo confianza en mi hijo y sé que hará justicia. Él nos está dando fuerza» para seguir adelante, subraya.

Cree «que se acabará por lo menos recordando que fue injusto y reconociendo que, como dijo la jueza, allí no pasaba nada y entraron de forma injusta, sin avisar para nada. Disparando. Que se termine recordando que aquello fue una barbaridad».

El padre de Iñigo Cabacas entiende que «la sociedad no puede dejar esto así». No lo dice solo por la familia sino por la «mancha» que dejaría entre la ciudadanía. Y añade su esperanza de que «la sociedad nos siga ayudando, porque nos está ayudando mucho».

«Avanzamos gracias a Jone»

Sin mediar pregunta, Manu Cabacas afirma que «avanzamos gracias a la ayuda y el trabajo maravilloso que está haciendo Jone [Goirizelaia]», abogada que ejerce la acusación particular en nombre de la familia y la única que imputa a los agentes.

«Nunca lo he dicho –se sincera Manu Cabacas–, pero para mí una de las decisiones más difíciles de mi vida, después de la muerte de mi hijo, fue elegir la abogada».

Recuerda que «yo me pateé la calle buscando los mejores espadas que había, escuché a todos, y cuando me encontré con Jone lo ví claro. Por sentido común. Yo sabía a quién me enfrentaba, y que no podía coger a cualquier abogado, porque sabemos lo que pasa, y ahí está lo que hace la Fiscalía», vuelve a dejar caer.

Añade que la escogió porque «además de que Jone sea una abogada que ha llevado muchos casos políticos, también ha llevado otros y los ha ganado también». Completa el elogio apuntando que «detrás de la imagen dura que tiene, de hierro, hay humanidad y a mí me da mucha fuerza. Me ha ayudado mucho y le estoy muy agradecido».

Al margen de consideraciones personales, lo cierto es que la causa ha avanzado gracias al trabajo de la acusación particular de la familia encabezada por Jone Goirizelaia. Ella misma recordaba ayer que «si no hubiera habido acusación particular, a día de hoy seguramente no habría ni juicio», dada la actitud pasiva que ha mantenido en todo momento la Fiscalía.

Fiscalía beneficia a los agentes

Entrevistada en Info7 Irratia, la abogada Jone Goirizelaia hizo un repaso a cuál ha sido la actuación de la Fiscalía en esta causa. «No solamente no ha visto ninguna acción delictiva ni reprochable penalmente, sino que durante toda la instrucción no ha practicado ninguna prueba para esclarecer los hechos y analizar las responsabilidades». «Ha tenido una actitud pasiva y se ha opuesto a todas las peticiones de la familia. Pidió el sobreseimiento del procedimiento y ahora –añade– solo acusamos nosotros, porque la Fiscalía en este caso tiene una actitud de defensa».

La abogada no se sorprende de la actitud mantenida por el Ministerio Público, pero sí de que en su escrito no recoja «cuestiones básicas y fundamentales que aparecen en los autos del juzgado de instrucción y de la Audiencia, que hablan de la no necesariedad, de la desproporción, del riesgo, ponen en entredicho que esa actuación fuera acorde a las normas. Y de todo esto el Ministerio Fiscal no dice nada. Se limita a escribir que pasó una cosa como si fuera normal que pasara», concluye Jone Goirizelaia.