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Los testigos no vieron a varios acusados en el bar Koxka

Varios de los acusados no se encontraban en el bar Koxka de Altsasu cuando se produjo la agresión a los guardias y sus novias, según declararon ayer en la Audiencia Nacional española varios testigos, que añadieron que Oihan Arnanz estaba alejado de la zona de la trifulca. La Fiscalía y las acusaciones trataron de desacreditar estos testimonios preguntándoles si habían acudido a actividades de Ospa o a la manifestación del pasado sábado en Iruñea.


Ni Aratz Urrizola, ni Iñaki Abad, ni Jon Ander Cob se encontraban en el bar Koxka cuando se produjo la trifulca con dos guardias civiles y sus novias el 15 de octubre de 2016, según declararon ayer en la Audiencia Nacional española varios testigos de la defensa. Asimismo, señalaron que Oihan Arnanz y Julen Goikoetxea sí se encontraban en el establecimiento, pero en la zona opuesta a donde se produjo la agresión.

Asimismo, Cristina Arrieta, que trabajaba de camarera en el Koxka, coincidió con su compañera Naiara Navarro, que declaró el miércoles, al señalar que desde la barra no vieron una agresión multitudinaria. En otras ocasiones, sí que vio peleas en el bar, pero esa noche no.

Oihane Agirre, amiga de la novia de Oihan Arnanz, relató que vio al procesado en el centro del bar, no en la zona en la que se produjo el enfrentamiento. Además, destacó que siempre ha tenido el pelo moreno. Las acusaciones señalan que lo tenía rubio en esas fechas.

Jon Etxeberria declaró que estuvo de botellón en la zona del cementerio con Aratz Urrizola, pero que este se fue a casa antes de que el resto del grupo llegara al Koxka. Vio a Arnanz en este local, pero declaró que no participó en el tumulto, en el que no vio ningún golpe. Tampoco vio a Julen Goikoetxea en el bar en el momento del tumulto.

Gorka Martínez calificó el tumulto de «rebullón» y explicó que no vio a Arnanz en el mismo y que Goikoetxea también estaba alejado de esa zona. Asimismo, señaló que Cob no estaba en el Koxka y que le vio llegar a la zona desde otro bar cuando el enfrentamiento ya se había registrado.

Kenneth Vergara, conocido como Paulet, relató que llevó a Arnanz lejos de la zona en la que se produjo el tumulto y salió a la calle detrás de él cuando la agresión ya había concluido. Vio a Goikoetxea en el Koxka bailando, pero no pegando a nadie. Relató que intentó proteger a la novia del teniente, de la que era amigo, al igual que de varios acusados, de los empujones que estaba recibiendo. Negó haber visto golpes. Reconoció que no quería testificar y que los padres de Arnanz le «han presionado».

Reconocimiento irregular

A varios testigos les enseñaron los combos fotográficos que la Guardia Civil mostró a los guardias y a sus novias para que reconocieran a sus agresores. Las imágenes las aportó el Servicio de Información del instituto armado. Todos constataron que ninguna de las personas que aparecía junto a los acusados era de Altsasu o Sakana y su apariencia física era muy distinta a la de ellos. En una sesión precedente quedó acreditado que se realizaron ruedas de reconocimiento con personas de origen latinoamericano.

La Fiscalía, la Abogacía del Estado y la acusación de Covite trataron de desacreditar a los testigos preguntándoles si habían participado en actividades de Ospa, en movilizaciones a favor de los enjuiciados –en concreto preguntaron por la manifestación que reunió a 50.000 personas en Iruñea el pasado sábado– o si en Altsasu había pancartas denunciando este caso.