Macron llega a Nueva Caledonia a seis meses del referéndum de independencia

El presidente francés, Emmanuel Macron, llegó ayer a Nueva Caledonia para una visita delicada, 30 años después de unos episodios sangrientos en este archipiélago del Pacífico y a seis meses de la organización de un referéndum de independencia.

El presidente francés, Emmanuel Macron, llegó ayer a Nueva Caledonia para una visita delicada, 30 años después de unos episodios sangrientos en este archipiélago del Pacífico y a seis meses de la organización de un referéndum de independencia.

Macron, que acaba de pasar tres días en Australia para reforzar «la relación estratégica» con ese país, permanecerá hasta mañana en este territorio de ultramar, situado a más de 16.000 kilómetros de París y donde su visita ha provocado revuelo.

Antes de abandonar Sidney, Macron afirmó que este archipiélago, célebre por sus playas paradisiacas y sus reservas de níquel, es «una oportunidad y una riqueza en el plano geopolítico». Pero, pese a décadas de esfuerzo para mejorar la calidad de vida de los indígenas Kanak, grupo étnico que representa el 40% de los 270.000 habitantes que tiene Nueva Caledonia, aún persiste la desigualdad económica. La mayoría aboga por la independencia.

Su llegada coincide con el aniversario de la muerte de 21 personas: dos militares y 19 militantes canacos, algunos de ellos en ejecuciones sumarias. El 5 de mayo de 1988, el Ejército asaltó en lo que se llamó «Operación Victor» la cueva de Ouvéa, donde activistas independentistas mantenían secuestrados a 16 gendarmes. Varios testimonios acusaron a los militares franceses de no socorrer a los canacos heridos e incluso de haber llevado a cabo una ejecución sumaria. Pese a negar estas denuncias reiteradamente, el ministro de Defensa, Jean-Pierre Chevènement, se ve obligado a reconocer la existencia de «actos individuales contrarios al deber del Ejército, pero que no podrían mancillar su honor»

Esta previsto que Macron acuda a un homenaje en honor a los militares franceses muertos y guarde un minuto de silencio por la muerte de dos líderes independentistas en Wadrilla en mayo de 1989 a manos de un líder independentista de Ouvéa, Djubelli Wea, que consideraba una traición los acuerdos de Noumea, que incluian un aumento gradual de la autonomía y un referéndum.

A su llegada, el mandatario francés aseguró que no se pronunciará sobre el referéndum de independencia. «No voy a influir en la elección. Respeto esta votación. Es un ejemplo y el mundo nos está mirando», manifestó. Expresó su deseo de evitar «tensiones innecesarias». No obstante, durante su campaña presidencial, Macron expresó su deseo de que «este territorio siga siendo parte de Francia».